2017, el año negro de atropellos

OWWF España alerta de que ya son 16 los linces atropellados en 9 meses en 2017, cinco en Jaén, más de los que murieron en todo 2016

Huelva es una hembra liberada en el 2012 en el valle del río Guarrizas, en Jaén, y fue una de las primeras linces que llegó a la parte norte de Sierra Morena. La organización ecologista WWF España la recuerda en su web porque fue una de las primeras linces muertas en las carreteras en el año 2017. El colectivo recuerda que ya son 16 los ejemplares atropellos en nueve meses en 2017, más de los que murieron en todo 2016. De estos, nueve han fallecido en Andalucía, cinco en la provincia de Jaén. "Por desgracia, el punto negro de la A-4 sigue siendo el lugar más peligroso para estos felinos", alertan.

Los equipos de conservación de carreteras de la Consejería de Fomento y Vivienda encontraron el 6 de abril un ejemplar de lince ibérico en la carretera A-301, en la zona de Guarrizas, atropellado. Se trataba de una hembra de lince de un año y sin radiomarcar. Comenzaba, así, un año complicado en cuanto a atropello de linces. Ese mismo mes, otro ejemplar sin identificar fue hallado muerto en la carretera A-4 por los técnicos del proyecto Life+Iberlince. El cadáver del animal fue encontrado en el punto kilométrico 302, un tramo localizado entre Andújar y Bailén.

JULIO

En julio, se localizó el cadáver de un ejemplar hembra posiblemente atropellado. Concretamente, fue en el punto kilométrico 315 de la autovía A-4 en el tramo de Andújar a Bailén donde se encontró. Ese mismo mes, hallaban otro un cadáver atropellado en la A-4, en el punto kilométrico 260. Se trataba de un cachorro de lince hembra sin radiomarcar.

El último lince ibérico atropellado se conoció el mismo día en que la Consejería de Medio Ambiente ofrecía buenos datos sobre la población de lince en los montes andaluces. Fue esa semana, cuando se localizó a uno en el kilométrico 8 de la carretera A-301 en Vilches. Según informa Life+Iberlince, se trataba de un ejemplar macho radiomarcado.

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Para intentar evitar estos casos, la Junta de Andalucía anunció en julio la inversión de 400.000 euros en la zona de La Carolina, un área en la que en 2016 se contabilizaron 70 ejemplares. La intervención se concentra en la A-301, en un tramo que concentra 1.795 vehículos diarios. La medida tiene un doble objetivo. Por un lado, permite mejorar la seguridad vial al evitar atropellos de fauna. Pero, por otro, ayuda a optimizar la protección de la especie protegida y a mejorar el hábitat natural.

En febrero, Life+Iberlince, a través de su web, argumentó cuáles son todas y cada una de las medidas destacadas para garantiza la seguridad del lince. La última que recuerdan es que los drenajes en las carreteras no son solo elementos transversales para evacuar el agua de la lluvia y canalizar arroyos que interceptan la vía. Tienen una función que va más allá y se mejoran, podrían contribuir a evitar atropellos.

La organización recuerda que estas estructuras no están diseñadas para el paso de fauna. Sin embargo, algunas la utilizan. Por eso, consideran necesario instalar pasos de fauna en ciertos lugares estratégicos. Se trataría de favorecer el tránsito seguro de especies como el lince ibérico.