2021: ¿El año del ferrocarril?
El Consejo de Europa designó 2021 como el Año Europeo del Ferrocarril, lo que representa casi una ironía para una provincia castigada como la jiennense
2021 estaba llamado a ser el año de la esperanza. Miles de ciudadanos aguardaban el replicar de las doce campanadas confiados en que con la llegada de enero se abriera la puerta a la solución de los problemas que han azotado a la población durante 2020. Pero no ha sido así, sino más bien todo lo contrario. 24 días lleva el nuevo año y ya hemos presenciado un asalto al Capitolio, nevadas históricas y un tsunami sanitario en forma de tercera ola de coronavirus. Ironías de la vida, el Consejo de Europa designó 2021 como el Año Europeo del Ferrocarril cuya supuesta finalidad es fomentar este modo de transporte ecológico, seguro e innovador como elemento fundamental de la transición hacia una movilidad sostenible e inteligente.
Y decimos bien, supuesta, o presunta como apuntarían los periodistas de sucesos. Porque el Año del Ferrocarril no es igual para todos, ni mucho menos. Miguel Montenegro pertenece al sector federal ferroviario de CGT Andalucía y, como si masticara un chicle, aguarda a ver "qué da de sí el 2021". "El año europeo del ferrocarril no puede ser un nuevo brindis al sol que solo contemple la puesta en marcha de nuevas obras de costosas infraestructuras para beneficio de las constructoras sin que se anteponga el valor social del tren, su capacidad vertebradora, su indudable aportación para contener el cambio climático y elemento clave contra la despoblación del medio rural", sentencia.
En su opinión, sería muy fácil para el Ministerio de Transportes y para la Consejería de Fomento que se pusieran de acuerdo para trabajar en beneficio del ferrocarril vertebrador de Andalucía y de las miles de personas que aún hoy, pese a todos los inconvenientes de la eliminación de servicios públicos en los pueblos, siguen habitando el mundo rural andaluz. Pero los proyectos son una cosa y la realidad diaria otra.
Esta misma semana se ha conformado la Junta Directiva de la recién constituida Red de Ciudades por el Ramal Central. Los alcaldes de Linares y Bailén,Raúl Caro-Accino, y Luis Mariano Camacho, respectivamente, forman parte de la misma. El acto coincide coincide con el anuncio realizado también esta semana, por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en Linares de la próxima licitación del proyecto de construcción de la Playa de Vías en el Parque Empresarial, que complementará al ramal de Vadollano-Linares y su conexión con la línea Madrid-Cádiz, obras que ya se están realizando. De este modo, se hará posible que el Ramal Ferroviario Vadollano-Linares sirva para el transporte de mercancías desde el parque empresarial hasta los centros logísticos de la vía férrea Cádiz-Jaén-Madrid.
Al mismo tiempo, las reivindicaciones de los Ayuntamientos han dado como fruto que la Junta de Andalucía haya propuesto la inclusión de los proyectos Algeciras-Bobadilla-Córdoba-Linares y, por otro lado, el de Linares-Madrid, en los fondos de recuperación europeos “Next Generation EU”, el primero con un importe de 449 millones de euros y una previsión de 300 millones de euros para el segundo.
Pero los proyectos son una cosa y la realidad diaria otra. Sólo hay que ver lo ocurrido con el paso de la borrasca 'Filomena', que logró dejar incomunicada a la capital durante varios días. Porque, de momento, Jaén no es provincia de trenes. Todo ello sin contar las sucesivas averías que hacen que los pasajeros habituales ya se hayan acostumbrado a realizar parte de sus trayectos en autobús.
El ansiado AVE es una lucha ya legendaria de colectivos como la Plataforma Jaén Merece Más, que llama a las puertas de manera insistente para conseguir que los políticos depositen sus ojos y sus esfuerzos en un mar de olivos aislado por tren. Todavía hoy colea la "humillación" sufrida a finales de 2019 al colocar un tren de 1975, posteriormente reformado en 1993, para cubrir el trayecto entre Jaén y Madrid.
2020 cerró con la puesta en servicio del tramo Grañena-Jaén, perteneciente a la línea Espeluy-Jaén de ancho convencional, tras la autorización preceptiva de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF). El tramo, de unos 16 kilómetros, estaba cerrado al tráfico ferroviario desde el pasado 18 de mayo, con motivo de las obras de conexión de la nueva variante ferroviaria con la vía general. Supuso una inversión de más de 31,4 millones de euros. ¿Qué vendrá en 2021? Jaén aguarda su particular Año Europeo del Ferrocarril. Hay tanto por hacer...
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