Los contagios recientes en Alcalá la Real también son importados

Marino Aguilera, alcalde de Alcalá la Real, confirma que los últimos positivos proceden del círculo de una persona de otra comunidad autónoma

Alcalá la Real sumó ayer dos positivos por PCR —acumula tres en los últimos siete días—, si bien la pandemia no ha experimentado cambios significativos. Ocurre que los positivos son importados, no emanan de los residentes, como también le ha pasado a Martos y a Bailén, municipio condicionado por el brote en Mojácar (Almería). En el Distrito Sur no hay aún brotes, según los datos del Gobierno andaluz. 

En concreto, los últimos positivos proceden del círculo próximo de una persona que está en Alcalá, pero que contrajo el positivo en otra comunidad autónoma. Es un brote familiar, de los que menos preocupan a la Junta de Andalucía, tal y como ayer expresó el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre. Este tipo de brotes —los más comunes en Jaén con la salvedad del de la comunión de Cortijos Nuevos— representan el 56% del total de la región.

Marino Aguilera, alcalde de Alcalá, indica a este diario que tras los últimos positivos ha habido rastreo con PCR con sólo dos casos positivos, los visibles ayer en el parte de la Junta. El resto ha dado negativo. "Las tres personas afectadas están en casa, cumplen cuarentena y siguen bajo el control de los médicos", refrenda.

Hubo antes en la ciudad casos similares, si bien la novedad en el más reciente es que sí ha habido contagios sólo con el entorno más cercano del primer positivo. De momento no hay ningún contagio en las aldeas. Aguilera remarca que las tareas de desinfección continúan en la urbe, subrayadas en las zonas de más afluencia, como el ambulatorio, el cementerio y el Paseo de Los Álamos, entre otras.

En la línea de compañeros alcaldes como su homóloga en Úbeda, Toni Olivares, el máximo responsable municipal de Alcalá defiende las desinfecciones de las calles. Lo hace con dos argumentos: "Por un lado, tiene consecuencias desde el punto de vista higiénico. Por otro, genera un efecto tranquilizador en la ciudadanía. Esto aún no ha acabado", concluye. La situación hasta la fecha está controlada en Alcalá e incluso la Policía Local ha intensificado el control de botellones en las fiestas patronales.