Alejandra McKelligan, la facilitadora de los procesos de cambio en las empresas
La profesional mexicana, con más de dos décadas de experiencia, logra que los empleados de las empresas den su mejor versión y que los empresarios afronten los cambios con éxito e ilusión
Pasión, capacidad de mimetizarse y habilidad para hacer que las cosas sucedan en los momentos más trascendentales. Son parte de las virtudes más destacadas de Alejandra McKelligan (Monterrey, México, 1976), facilitadora de los procesos de cambio en las empresas. Cuenta con más de dos décadas de experiencia y está afincada en Jaén desde hace ocho años. En España ya ha cumplido 19.
McKelligan estudió Psicología con una inclinación: quería apoyar y ayudar a las empresas. "Me llamaba mucho la atención el mundo empresarial. Así como otra gente es psicóloga desde su clínica, yo tenía claro dónde estaba mi sitio", cuenta a este periódico. Antes de la mayoría de edad, con 17 años, hizo prácticas en una multinacional. Desde entonces hasta ahora, el mismo objetivo: conseguir que los empleados den su mejor versión. Que rindan donde de verdad saben hacerlo. Que —valga la metáfora futbolera— jueguen en la posición acertada.
La facilitadora de cambios remarca que la energía no sólo existe en el trabajo, sino que se contagia: "La alegría y el entusiasmo en el ambiente tienen resultados: los clientes vuelven y la rentabilidad aumenta", precisa. Entre las labores de McKelligan está la necesidad de que fluya la comunicación entre departamentos. Debe haber cooperación entre, por ejemplo, el servicio de marqueting y el comercial para que la experiencia del cliente sea positiva.
BAGAJE EN ESTADOS UNIDOS, MÉXICO Y ESPAÑA
El trabajo de McKelligan comienza con una reunión con los empresarios justo cuando éstos sienten que la empresa llega a un momento determinante en donde generar cambios se torna urgente. Ella se encarga de desgranar con detalle la estrategia para detectar y poner remedio "a los dolores de cabeza" de los gerentes. "Yo siempre digo que no sé más que ellos, sólo le aporto mi visión y me siento una más", apunta.
Alejandra McKelligan ha trabajado con empresas de Estados Unidos, México, Barcelona y Jaén. El bagaje la ha curtido en diferentes culturas y ámbitos empresariales, desde la automoción hasta las nuevas tecnologías pasando por el retail. "Me gusta que las empresas de Jaén estén tranquilas y sepan que hay personas como yo, dispuestas a ayudar en los procesos de cambio desde el principio hasta el final", afirma, y remarca la importancia de la flexibilidad y agilidad con la que trabaja.
Fuerza, ilusión, conocimiento y humildad. Por ahí están los códigos, las claves de una trabajadora que llega a una empresa y ya habla en primera persona del plural. El acompañamiento está garantizado desde el origen hasta después del cambio. No hay, asegura, nada que temer.
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