Alivio en la comunidad educativa del ‘Ramón Garay’
Profesores y alumnos celebran que las obras ya estén adjudicadas, aunque son conscientes de que seguirán en el ‘Muñoz Garnica’ hasta el curso que viene
El reciente anuncio de la Junta sobre las ya adjudicadas obras para reformar el Conservatorio Superior de Música Ramón Garay ha tranquilizado a la comunidad educativa, que lleva desde el segundo trimestre del curso pasado acogida en el colegio Muñoz Garnica. “Es un alivio, aunque creemos que no volveremos a la calle Compañía hasta el curso que viene”, señala Francisco Serrano, docente del conservatorio.
Los alumnos y profesores se han tenido que readaptar a lo que parecía una solución transitoria. La mudanza continúa y, por más que ya estén adjudicada las obras, la vuelta a la normalidad no llegará en este ejercicio. Eso está asumido. “Las obras se iniciaron, pero tuvieron que interrumpirse cuando comprobaron la magnitud del arreglo. En principio nos dijeron que volveríamos este año”, indica Serrano, cuyo discurso es de resignación.
EL RECUERDO DE LAS GRIETAS
Docentes han reiterado que las condiciones en el ‘Muñoz Garnica’ son “lamentables”. El edificio en cuestión no está adaptado para dar clases de música, con instrumentos. Además, las altas temperaturas han provocado más obstáculos. “Han sido seis meses de verano, hasta ahora, y hay aulas que no tienen ventilación”, dice.
La última estancia en el conservatorio, en el primer trimestre del año pasado, es el recuerdo de las enormes grietas que se expandieron. “Una noche, a las ocho, las losas del pasillo saltaron de la presión. Hubo hasta vallas de obras para que nadie pasara”, recuerda. A la espera de las mejoras, a la comunidad educativa no le queda otra que esperar. “Sí, al final quienes lo pasamos mal somos nosotros, alumnos y profesores”, concluye.
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