Amor, sexo, juventud y redes sociales
La película Bang Gang, de Eva Husson, muestra a un grupo de jóvenes que ahogan en el sexo vidas aburridas y vacías
De la fiesta de instituto con los chupitos pasan a orgías convocadas a través de mensajes de móvil. Los protagonistas de Bang Gang (Eva Husson, 2015) no se conforman con vivir de prisa; prefieren llevarlo todo al límite.
Ambientada en un pueblo del sur de Francia, la historia está protagonizada por jóvenes que no pasan penas, porque lo tienen todo, y sin embargo dejan ver un vacío que los empuja a una vida afiebrada. Es el caso de uno de ellos, solitario en una mansión y frustrado ante la escasa comunicación que tiene con la madre, que trabaja en Marruecos. La ausencia de ella le impide disfrutar del resto: para qué las fiestas llenas de alcohol y sexo si la persona que él quiere que lo escuche no está. Al chico se le pasan las horas delante del iPhone, siempre de mal humor, insensibilizado.
Hay más en el relato de Husson. Por ejemplo, la invasión de la intimidad y la humillación que puede sufrir cualquier persona que se deje grabar en un momento íntimo. El uso de las redes como acoso, y la sensación de que estos jóvenes no saben qué tienen, literalmente, entre manos. La banalización del sexo.
Quizá el final tiene un efecto moralista, pues Husson lleva a una chica al punto de valorar qué es mejor: una persona que te quiere o veinte que solo te quieren para un rato. Y si uno es libre, también lo es para decidir qué (le) importa más.
Únete a nuestro boletín