La excelencia de una futura perita electrónica de Guarromán
La joven Ana Bogaldea Romo entra en la Universidad de Jaén por la puerta grande, con premio extraordinario de Bachillerato y todas las ganas del mundo
Dice que le gusta la tranquilidad, y se le nota a la legua mientras charla y pone en sus labios toda la madurez que le cabe en esos dieciocho años en los que acumula juventud y responsabilidad a partes iguales.
Se llama Ana Bogaldea Romo, nació en Guarromán en 2004 y es, ya, toda una universitaria en el campus jiennense, avalada por su reciente Premio Extraordinario al Mejor Expediente de Bachillerato que, hace nada y menos, le entregó la Fundación de Municipios Pablo de Olavide:
"Fue muy agradable, no me lo esperaba, tenía compañeras muy listas y trabajadoras, pensé que lo ganarían ellas. La verdad es que me ha alegrado mucho", confiesa a Lacontradejaén.
Su aventura estudiantil comenzó en su pueblo natal, continúo en el IES María Bellido de Bailén (donde pasó unos años estupendos, que le han dejado el mejor de los recuerdos) y, ahora, avanza a pasos de gigante en la Universidad de Jaén, donde cursa la carrera de Ingeniería Electrónica:
"No me viene de familia, mi padre es licenciado en Historia, pero me atrae muchísimo, además de que esa carrera tiene asignaturas que estudié en Bachillerato". Vamos, que además de excelente es práctica. Y sabe escuchar, vaya que sí:
"Siempre me ha gustado la ingeniería, ese tipo de carreras., así que a la hora de elegir opté por ella. Además, en Bailén, en el instituto, hice un amigo y me ha ayudado mucho a elegir la carrera". Manuel se llama ese apoyo constante de Ana, que antes en las aulas medias y ahora en las superiores comparte con ella inquietudes, preocupaciones, metas...
"Estoy empezando, pero la verdad es que veo la UJA muy interesante, es como una nueva etapa, nuevos logros, nuevos enfoques de vida...".
Hija de Leontin Traian y Ana y la mayor de las dos hijas del matrimonio, junto con su hermana Nuria, sus palabras delatan a una buena persona, familiar, cálida, empática:
"Mi hermana, cuatro años menor que yo, es muy lista, inteligente, muy responsable y seguirá siendo como es: excelente", afirma. Lo mismo que se puede decir de ella, con un currículo estupendo al que no le faltan títulos que acrediten su facilidad con la lengua de Shakespeare.
O con la del gran Ionescu, que por sus venas corre la sangre rumana de su padre y aunque afirma que no está para impartir clases, entiende más que bien lo que sale por la boca de los compatriotas del conde Drácula.
Al volante de su coche, cada día (mejor dicho, cada tarde) se desplaza desde Guarromán hasta la capital del Santo Reino, pero por ahora es un viaje que siempre tiene vuelta. El día de mañana, ya se verá:
"Siempre he querido irme lejos, Guarromán me gusta, pero también me gusta viajar", apunta. Es más: "Si fuese posible, quiero volar". Es decir, que Leontin y Ana ya se huelen que si para ver a la familia paterna hay que hacerse dos mil y pico kilómetros, para reencontrarse con su hija, en el futuro, no les quedará otra que hacer las maletas".
Mientras tanto, la disfrutan en tierras jiennenses, la alientan y acompañan, aplauden sus logros. Vamos, que se les sigue cayendo la baba con ella.
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