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"Estoy creando despacio el sello y el sonido Ana Cárdenas"

"Estoy creando despacio el sello y el sonido Ana Cárdenas"

Por Fran Cano - Mayo 25, 2025
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Ana Cárdenas (Jaén, 1992) propone El viaje elemental, título del tercer EP que llegará al mercado de las plataformas a finales de mayo. Ya ha tenido la ocasión de compartir los seis temas del trabajo con la audiencia de Jaén que la ha acompañado en dos conciertos que abren una nueva etapa. Ella, cuenta con la tranquilidad de quien lleva años picando piedra, se siente cada vez más conectada con la artista que es o quiere ser.

La cantautora llega antes de tiempo a la oficina de Faecta, en la calle San Clemente de la capital, para contar sus planes a este periódico. No es fácil ser artista independiente, si bien la experiencia promete aprendizajes. Después de hablar sobre un laberinto que la ha empujado a crear, Ana Cárdenas, que estudió Musicología en Granada y tiene un posgrado en Musicoterapia, posa también en el parque de los Jardinillos.

—¿Cómo vivió los dos concierto de presentación de su próximo trabajo?

—Fue superemotivo, porque intuía que tendría acogida, pero resultó incluso mayor de lo que esperaba. Resultó emocionante ver cómo entraba gente, y sentí que estaban acogiendo muy bien un proyecto que estaban descubriendo, porque los seis temas eran inéditos.

—¿Se da cuenta en el directo de qué canciones pueden funcionar mejor?

—Sí, la verdad es que en esa primera toma de contacto yo ya vi cuál podía ser la favorita. Y para nada es la que yo pensaba que podría ser. Fue justamente la que entiendo que es más calmada e íntima, pero me la están pidiendo más. Se titula Pequeña nana. Me la he escrito a mí misma, y no pensaba que fuese a llegar tanto a la gente.

—Me contó en abril que la canción El viaje elemental habla del cambio permanente y del aprendizaje.

—Intento que los álbumes tengan una idea común, y que las canciones se entrelacen. El viaje elemental apela a un laberinto celta. Estás dentro de ese laberinto, intentas ir por muchos de los caminos, te equivoques o no, hasta llegar al centro. Y al final da un poco igual qué caminos eliges, siempre y cuando llegues. Esos son los aprendizajes que tenemos en la vida, algunos muy bonitos y otros no tanto. También se aprende de lo malo y a menudo más que de lo que bueno. El disco habla de lo que nos nutre y nos hace ser nosotros mismos a lo largo del tiempo.

—¿Y qué está aprendiendo usted últimamente del mundo de la música?

—Todo. Esto es un eterno aprendizaje. Cada proyecto va teniendo sus más y sus menos. Yo me ocupo de todo, desde componer hasta las letras pasando por la promoción. Estoy grabando con Alberto Alché en su estudio en Albolote (Granada), en su casa. La producción fue un guion de mis propias ideas, y al final acabas aprendiendo de todo, porque tienes que hablar con las salas y con las entidades para hacer los conciertos y las presentaciones. El abanico es muy amplio cuando hablamos de música. Aprendes de todo.

—¿Cómo de importante ahora es estar en plataformas y crear contenido en redes?

—Le puedo decir que es tan importante que llegó un punto, después de la grabación del disco y cuando me tocaba presentar los temas, en el que tuve la pesadilla de que olvidaba tocar mis canciones. La obsesión de preparar carteles, 'stories' y tal me hizo pensar: "Estoy dejando las canciones a un lado a favor de la publicidad". ¿Cuánta es la importancia? Las canciones son muy importantes, pero a partir de ese trabajo hablaría de que la promoción es el 80% o más.

—Parece que hay artistas que triunfan más por el marketing que por la calidad o belleza de sus canciones. ¿Lo comparte?

—Depende. A ver, si vendes un producto maravilloso y llega la gente al concierto y se encuentra con una cosa a medio hacer, al final la publicidad se va al traste. Todo tiene que ir de la mano. Es cierto que las redes están ganando una importancia tremenda, pero la música no podemos dejarla de lado. Al final, ¿qué somos?

"JAÉN AÚN PUEDE MEJORAR EN ESPECTÁCULOS EN VIVO"

—Ayudar a Reino de Hades tras el incendio de su local demostró la unión de grupos de Jaén. ¿Qué ha extraído de aquella experiencia?

—Fue una maravilla sentir la emoción de ellos por el apoyo que tuvieron. Como tenemos un grupo conjunto de los artistas de Jaén, en cuanto nos lo dijeron contestamos con un sí rotundo y empezamos a trabajar. Todos tuvimos la sensación de estar arropando a Reino de Hades.

—¿Los conocía?

—Sí, a unos más que a otros, pero sí. Fue genial.

—¿Está mejorando la ciudad a la hora de ofertar iniciativas de música en directo?

—Va mejorando. Falta mucho que trabajar, pero va mejorando. Recuerdo que cuando vivía en Granada mi afán era quedarme allí. O en Madrid, que hay más oportunidades. Cuando yo llegué a Jaén no había gran cosa, y noto que empezó a crecer a partir de la pandemia. Parece contradictorio, pero ha sido un punto de inflexión. Hay más cantautores o al menos tienen más visibilidad.

—El Ciclo de Cantautores de Jaén va ya por la tercera edición.

—Sí, Jesús García está haciendo un gran trabajo. El mundo cantautor siempre ha estado un poco más al margen, y el ciclo está funcionando muy bien. Además, yo siempre digo una cosa: un cantante con su guitarra cabe en cualquier sitio. Si lo haces bien, tú puedes llenar un espacio, completar y enriquecer con la música. Me encanta la propuesta.

—Hablaba antes de Granada y de Madrid. ¿Hay alguna experiencia en otra ciudad o provincia que replicaría aquí?

—Yo he colaborado en festivales de arte que hibridan las disciplinas. Por ejemplo, un artista pinta mientras un cantante comparte su música. Son cosas que quizá aquí no se estilan o no tienen tanto peso, y sería una buena apuesta. La tengo pendiente.

—¿Ha pensado ya en un nombre?

—Todavía no. Lo tengo que pensar. Hace poco hicimos en el centro, por mediación de Rosario Sabariego, la combinación de una cata de vino con poesía y música. Son cosas novedosas que cuando se hacen tienen muy buena acogida. Aquel día se agotaron las entradas.

"NO SOY LA CANTAUTORA TÍPICA; ME GUSTA MEZCLAR GÉNEROS"

—¿Qué cantautora es o quiere ser Ana Cárdenas?

—Yo empecé con un estilo de música inclinado al concepto de cantautor pleno. Después, a lo largo del tiempo, he ido intentando desarrollar mi estilo, que pasa por mantener la esencia del cantautor a la vez que introduzco otros géneros. No me encasillo simplemente con el término de cantautor sólo por ir con la guitarra y con la voz, porque también mezclo el pop con rock, bossa nova o agrego un ritmo de salsa.

Hace poco alguien me dijo: "El rollo cantautor no me va, pero tú me has gustado mucho". Me gustó porque pensé que no soy la cantautora típica, y lo tengo claro. Creo que estoy creando despacio y con tiempo el sello y sonido Ana Cárdenas. Se va notando. Intento usar acordes muy diferentes, brillantes, abiertos. Tiro de técnicas de guitarra que permiten crear un estilo que no es nuevo, pero sí que coge de varios sitios. Es muy importante crear una identidad. Ése es el motivo por el que estoy aquí. Con este álbum siento que si alguien lo escucha y ya me conoce dirá: "Es Ana Cárdenas". Me encantaría que eso fuese a más. Sería una pasada.

—Dice que está cada vez más contenta con el sonido. ¿Y cuáles son sus referencias a la hora de escribir?

—Empecé muy cerca de los cantautores de la Nova Cançó catalana y de los temas protestas. Mi primer EP era sobre todo de canciones sociales o analíticas con la propia persona. Yo escuchaba mucho a Serrat, María del Mar Bonet y más autores de los años 60, cuando los temas eran puramente sociales. Después, me pasé al círculo de Rozalén, Muerdo, Patricia Lázaro o Road Ramos, que representan la evolución de la canción protesta llevada al siglo XXI. Mi trabajo de final de carrera fue precisamente sobre este tema. A partir de ahí empecé a indagar en la escritura. Es verdad que yo cantaba canciones de ellos, pero no me había puesto a escribir.

—Lleva tres EPs. ¿El primer disco de larga duración llegará sí o sí o ya no es imprescindible?

—Han cambiado mucho los tiempos. Lo he pensado bastante y creo que a día de hoy ya no es necesario sacar un disco así. La gente consume de forma muy efímera las canciones. Necesita cantidad, pero de forma progresiva. Una tras otra. Si no lo das con esa asiduidad, parece que se paraliza la relación entre cantante y oyente. Es algo muy raro. En físico no lo sacaría porque prácticamente no hay reproductores en las casas. Este EP lo subiré a Spotify y a YouTube, y quizá me anime con una sorpresa para la gente. Todavía no quiero desvelarla, pero será algo moderno.

—¿A qué se hubiese dedicado si no fuese cantante?

—Es muy difícil, porque he intentado hacer otras cosas que no estuviesen relacionadas con la música. Pero al final todos los caminos me llevan a ella. Un sector que me gusta mucho es el de las bibliotecas. De hecho, hasta hace poco trabajé en bibliotecas y en archivos. Es algo que me apasiona. Pero la música siempre estará por encima (risas).

—¿Algún mensaje para Melody?

—¿Para Melody? Es una artista total. Lo ha hecho superbien, pero ya sabemos qué es Eurovisión. Siempre digo que cuando un artista va a Eurovisión parece el final de su carrera, pero porque lo hemos visto muchos años. Ella lo clavó. A mí me encantó.

Fotos y vídeo: Fran Cano.

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