ANÁLISIS | Animal político en reconstrucción

La decisión de Pacma de apartar a Manuel Serrano deja dos interrogantes: quién lo relevará en la fuerza animalista y qué partido integrará a un activista incómodo

El adiós de Manuel Serrano como coordinador provincial de Pacma ha cogido por sorpresa al protagonista, a compañeros de filas y a buena parte del ámbito político de la capital. Sin ser edil, Serrano es conocido por todos. Tanto se le ha visto en su faceta de líder de Pacma Jaén como apoyando manifestaciones culturales. No ha tenido problemas en bailar en plena calle con atuendos destacados cuando la ocasión lo ameritaba. Más mediático que los pañuelos de Valdivielso.

Ese gesto remarca la personalidad de un activista con pasado en el sindicalismo, muy incómodo para el equipo de Gobierno, pues tan pronto ofrecía un discurso de consenso como criticaba con dureza las lagunas del Ayuntamiento con la perrera municipal. Ha querido la casualidad —así lo defiende él— que el fin de su etapa en el partido animalista coincida en el tiempo con la disputa por la perrera, envuelta en un capítulo con misterio: ¿llegó a estar Alicia Koplowitz en Jaén? Un tuit de la cuenta oficial del alcalde así lo señala; otros partidos lo niegan en privado, y tampoco hay foto que lo demuestre. Ni el propio Serrano tiene claro si ella estuvo aquí con motivo del futuro de la perrera, o en realidad fue otro representante de FCC. No son las únicas dudas que deja el funcionamiento de la instalación que pronto será mejorada. Jec, Abyda y Pacma cuestionan a la empresa que presta el servicio de acogida.

Todavía militante de Pacma, Serrano ya ve horizonte político más allá de la formación que lideró hasta el jueves pasado. "Hay partidos que me han tentado", señaló a este medio sin descartar empezar de cero con una fuerza nueva, opción que ya no es noticia en la provincia; hoy son más noticiosos aquellos que se mantienen en sus filas.

¿Qué será de Manuel Serrano? Si su destino está en una fuerza de izquierdas, quienes lo reciban saben qué características encontrarán: un compañero capaz de driblar las directrices nacionales en aras de pactos en el escenario local, realidad que él señala para explicar su 'sacrificio' desde Madrid como cabeza jiennense.

Tanto detractores como camaradas no van a echarlo de menos durante mucho tiempo. Serrano, como el cartero, volverá y mantendrá su perfil díscolo. El hombre que vela por los perros abandonados y las colonias felinas conoce cuál es el canal para defender a los animales: bregar con los humanos. La política. Ya está en reconstrucción.