La seguridad como munición política

Los socialistas de Bailén insisten en aumentar la vigilancia policial; el alcalde valora tomar medidas legales tras ataques en las redes

El conflicto político sobre la seguridad ciudadana ha vuelto a recrudecerse en Bailén, escenario reciente de un apuñalamiento. El PSOE pide por enésima vez al alcalde, Luis Mariano Camacho, que posibilite un acuerdo con la Policía Local para aumentar la vigilancia, sobre todo en fines de semana. El regidor insiste en que ha hecho cuanto ha podido, y ahora está indignado con algunos comentarios que vecinos del municipio han vertido en comunidades sociales después del último suceso. Camacho no descarta tomar medidas legales tras lo que ha leído en redes.

Las propuestas en materia de seguridad son delicadas, y remarcarlas después de un apuñalamiento es, cuanto menos, controvertido. Víctor Abolafia, líder del PSOE en Bailén, subraya a este diario que su grupo lleva “varios meses” con la postura de incrementar la vigilancia: “Un municipio de casi 18.000 habitantes no puede tener un solo agente de policía en domingo. Hay inseguridad y falta de recursos para combatir gamberradas”, expone el socialista.

Camacho sostiene que ya se ha reunido con la Policía “más de diez veces” y ha ofrecido soluciones que no son del agrado del Cuerpo. El alcalde lamenta que la oposición persista con el tema: “Es irresponsable crear alarma ciudadana, incluso decir que no va a haber policía”, señala.

El regidor no entiende que haya comentarios directamente impresentables, como uno que él ha capturado fotográficamente y que ya no está disponible en Facebook: «Nada nuevo en la oficina. Lástima que el apuñalado no fuera el alcalde», ha publicado un bailenense.

La sospecha del alcalde es que la procedencia de barbaridades como la anterior es política, de entornos políticos. De ser cierto, el problema es mayúsculo.

Bailén no es el único municipio de Jaén donde la seguridad puede acabar convirtiéndose en munición política. En Begíjar hay diferencias de criterio entre el PSOE —partidario de un cuarto agente— y el PP, ahora en el gobierno, que no convocará cuarta plaza. La responsabilidad de los líderes políticos tiene que marcar la diferencia: no es lo mismo abrir el debate sobre cómo velar por la seguridad que dinamitarlo y arrojarlo a la sociedad.