ANÁLISIS | Otra vez San Vicente de Paúl
'OCO' y la propia asociación San Vicente de Paúl vuelven a recurrir al lamento en público ante la falta de soluciones reales en el barrio
Las mejoras, cuando llegan, no convencen en San Vicente de Paúl. Y no lo hacen porque queda por delante trabajo pendiente, según remarcan desde las asociaciones vecinales. Urge desbloquear el barrio. Esta semana la federación vecinal OCO ha denunciado en público la "dejadez" de la zona señalando por igual a las administraciones local y autonómica.
Juan Torres, representante vecinal también en Antonio Díaz y Santa Catalina, no dimitirá del cargo por más obstáculos que encuentre. Si bien alguna vez ha amagado con marcharse, la realidad es que mientras resida en el barrio es el único activo ciudadano con capacidad de presión. Él lo sabe y por eso no entra en sus planes alejarse del movimiento vecinal. Otra cuestión es qué papel puede acabar teniendo si el desbloqueo de la calle Antonio Díaz se posterga en el tiempo.
En 'OCO' cuidan a Torres, porque saben que es alguien con la personalidad suficiente para expresar en público las quejas que quizá no todos se atreven a remarcar con tanta contundencia. Nadie en la junta directiva presidida por Pepi Alcántara quiere que se vaya o que continúe a desgana. La relación de Torres con el Ayuntamiento alterna periodos de acercamiento con tensiones fruto de la impotencia. "Otra vez estamos como siempre", suele decir.
LAS OBRAS INACABADAS DE FIN DE AÑO
La queja más reciente tiene que ver con la interrupción de las obras que comenzaron a finales de año. En concreto, Torres y los suyos están cabreados porque los arreglos prometidos en la Carretera de Circunvalación se han quedado incompletos.
El mantenimiento es un caballo de batalla en una zona donde el equipo de Gobierno sí que colocó contenedores e hizo una explanada en el aparcamiento, una solución alternativa hasta que la salida sea posible por el cerro de Santa Catalina. Los problemas derivados de las aguas fecales tampoco han sido saldados, según denuncian.
"Faltan aún muchas cosas", lamenta Torres, que nunca se ha cortado en su diagnóstico de por qué no hay un cambio radical en el barrio: "Parece que a un sector de la política no le interesa que avancemos", sentencia.
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