ANÁLISIS | ¿Por qué se enfada el alcalde?
Juan Fernández estalla contra el PP, al que acusa de "trabajar" solo de cara a la galería y utilizar perfiles falsos en las redes sociales para desacreditar al equipo de Gobierno
Jueves 15 de junio, nueve y media de la mañana. La jornada es soporífera en Linares. Hace mucho calor. Se celebra sesión ordinaria en el salón de plenos de la Estación de Madrid. Solo un par de puntos del orden del día son de cierto interés. Todo lo demás parece de trámite, al margen de las mociones de cada partido y de los concejales no adscritos, que en el Ayuntamiento son cinco (tres expulsados de Izquierda Unida y dos del Partido Popular). El pleno, aparentemente, transcurre con normalidad. No hay un debate intenso hasta que el alcalde, Juan Fernández, estalla contra la bancada del principal grupo de la oposición. La tensión sube de temperatura. El regidor no aguanta más reproches del Partido Popular y lanza toda su artillería pesada contra la portavoz popular, Ángeles Isac. El origen de la discusión es más de organización interna que de contraposición de ideas políticas o proyectos para el municipio. Los concejales del Partido Popular deciden abandonar sus asientos ante la afrenta del alcalde y el estupor y la incredulidad del resto de grupos. El pleno continúa ya sin los seis ediles de la oposición.
Sin embargo, el monumental enfado de Juan Fernández no nace de ese instante, ni de la regañina de Ángeles Isac por una cuestión de orden, sino que viene de atrás. El alcalde está "harto" del acoso y derribo al que, según dice, está sometido tanto él como el equipo de Gobierno por parte de los populares, a los que acusa de "trabajar" más de cara a la galería que por las necesidades de los linarenses. "Están más pendientes de hacerse selfies para parecer que están en muchos sitios que de lo que realmente importa", critica. Pero el regidor socialistas va mucho más allá en sus denuncias. Asegura que utilizan perfiles falsos en las redes sociales para desacreditar a las personas, algo que no está dispuesto a consentir. "Esto harta. Lo que tengan que decir que lo digan en el pleno, que es el foro corporativo en el que hay que hacer propuestas y donde se ve quién tiene iniciativas y trabaja y quién no", espeta.
El alcalde es rotundo para definir al PP: "No dan la talla". "Lo único que hacen es convertir la política local en un lodazal", añade, mientras, ante los micrófonos de los periodistas, llama "hipócritas y cínicos" a los ediles populares. Y es que hacía tiempo que no se veía a Juan Fernández tan vehemente con la oposición.
El jueves recuperó su versión más belicosa. Aquella que le llevaba a subirse a una caja de madera, al más puro estilo de Manuel Azaña, para alentar a las masas contra los poderes fácticos que habían consentido el traslado de la Escuela de Trabajo Social a la capital. Su fogosidad, no siempre bien entendida, le ha granjeado más de un enemigo en su propio partido, donde es el díscolo, el desobediente. "Ya está otra vez Juanito. Solo sabe pedir y pedir", largó un dirigente del PSOE en una reunión, después de que el alcalde perdiera la voz reclamando el cumplimiento de ciertos acuerdos para la ciudad minera.
Juan Fernández no ha cambiado. Después de tantos años en el poder -cumple su cuarto mandato al frente del Ayuntamiento de Linares-, quizá haya rebajado el tono de sus discursos e, incluso, delegue en sus más próximos colaboradores para no meterse en más de un jardín, pero sigue siempre lleva puesta la guerrera, aunque, todo sea dicho, esté en la última etapa de su carrera política, o no. Juan Fernández es imprevisible.
"CANSADOS DE INSULTOS Y DESCALIFICACIONES"
El "calentón" del regidor en el pleno del pasado jueves fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del Grupo Municipal Popular. "Hartos de insultos y descalificaciones, durante más de media hora", decidieron abandonar la sesión en el sexto punto del orden del día, cuando se debatía sobre la estabilidad presupuestaria y la liquidación del ejercicio 2016. "Veníamos a este pleno después de intensos días de trabajo con las dificultades añadidas que hemos tenido para adquirir la documentación, y nos encontramos que, cuando se lo hacemos saber de manera sosegada, el alcalde pierde el control de la situación y nos lleva a una bochornosa situación política plagada de despropósitos", lamenta la portavoz municipal, Ángeles Isac, quien añade: "El Grupo Municipal Popular está ya cansado de los reiterados insultos y descalificaciones en tono amenazante que usa el Alcalde en todos los Plenos y comparecencias públicas", afirma.
Los ediles recogieron sus papeles, se levantaron de sus sillones y dejaron al alcalde compuesto, pero sin diana en la que lanzar sus dardos. Ángeles Isac muestra su indefensión ante la actitud de Juan Fernández. "No tenemos por qué ir a los plenos con la sensación de que vamos a librar una batalla para defendernos de las constantes agresiones verbales que padecemos, y con esto no pierde el Partido Popular, pierde la imagen de Linares", argumenta. En este sentido, considera que la ciudad "pierde mucho prestigio y credibilidad con la imagen pública que traslada nuestro máximo representante".
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