Andújar está a unas semanas de tener agua en el Santuario

Las obras para abastecer de agua al poblado de la Virgen de la Cabeza continúan a buen ritmo y concluirán durante el verano

A pesar del parón motivado por la pandemia del coronavirus y el Estado de Alarma, las obras para abastecer de agua al poblado de la Virgen de la Cabeza continúan a buen ritmo y, previsiblemente, concluirán durante el verano, tal y como ha anunciado el Ayuntamiento. El proyecto, que cuenta con una inversión de más de 838.000 euros, comenzará esta semana con la instalación de los equipos de tratamiento de agua. La previsión antes del Estado de Alarma era terminar en el mes de julio.

El pleno de la Diputación de Jaén aprobó, en julio de 2017, el proyecto de abastecimiento de agua al poblado del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Se trataba de una iniciativa “muy esperada” por la población. Y es que el objetivo de los diferentes gobiernos municipales de Andújar ha sido lograr un suministro de agua de calidad en un espacio que se llena de gente en citas como la Romería o la Aparición. La iniciativa estaba precedida de varios estudios tanto para determinar el caudal de agua que se necesita como para establecer las captaciones subterráneas. Ahora, el agua cada vez está más cerca.

El alcalde, Paco Huertas, ha visitado, junto al Diputado de Servicios Municipales, José Luis Hidalgo, los avances en las intervenciones que se encuentra actualmente ejecutado en casi un 70 por ciento. La parte de obra civil está casi finalizada, por lo que hoy empieza la instalación de los equipos de tratamiento de agua.

Esta parte de la actuación está previsto que finalice durante el mes de julio. Tras la intervención será necesario proceder a la legalización de las instalaciones, competencia de las autoridades sanitarias.

"Después de décadas nos acercamos al final de la ejecución de un proyecto que supone dar respuesta a una demanda histórica de la ciudad", aplaude Huertas. Esta obra permitirá disponer de agua apta para el consumo en los establecimientos hosteleros y de restauración, en el propio Santuario, las viviendas y, por supuesto, todas las personas que visitan este lugar tan emblemático de la ciudad.