El truco de Juana y Ramón, 60 años casados: "No enfadarse nunca"

La pareja, afincada en Linares, celebra sus bodas de diamante y confiesa que tras seis décadas de matrimonio, se quieren cada día más 

No hubiera escrito don Gregorio Marañón aquello de que el enamoramiento es el peor consejero del matrimonio si hubiera conocido a Juana Sánchez Silvestre (Linares, 1946) y Ramón Tudela Madrid (Guarromán, 1940).

¿Que por qué? Ahí los tienen, con sus 85 y 80 años, respectivamente, de los cuales 60 los han vivido juntos, casados y, a estas alturas de la película, con su amor intacto, o mejor aún... "Cada vez somos más felices, tenemos hijos y nietos, pero ahora yo quiero a mi marido más que antes" (asegura Juana en tanto su esposo certifica): "Cada día nos queremos más". 

Seis décadas largas (si se cuentan los tres cursos de noviazgo) hace que unieron sus vidas y sus destinos desde aquel día que ella recaló en el pueblo de él (donde sus padres se mudaron) y comenzó una historia a la que ningún obstáculo le vino largo, vaya que no. 

"Yo me vine a Linares a trabajar, y mis padres se vinieron también. Mi marido se quedó en Guarromán, en las minas, donde era maquinista, ¡y venía todos los días a verme desde Guarromán en bicicleta! Nunca le ha gustado el carné de coche", alega Juana como encontrándole un motivo natural al palizón que se daba Ramón diariamente. "El amor, para que sea auténtico, debe costarnos", dijo una vez Santa Teresa de Calcuta. Pues eso, doce kilómetros para acá y otros tantos para allá. 

Padres de cinco hijos (uno de ellos, el conocido y reconocido cantautor Sergio Tudela, que el año pasado publicó un tema en honor de sus padres), abuelos de siete nietos y hasta bisabuelos, ya, de unas preciosas gemelas, disfrutan de su entrañable cotidianidad rodeados de los suyos y "muy a gusto, en el centro de Linares", donde residen y comparten lo ordinario y lo extraordinario, según se mire: 

"¡Por la mañana nos levantamos, yo preparo el desayuno para los dos, se hace la limpieza del piso..." (explica Ramón), y Juana sentencia, rotunda: "¡Pero los dos, eh!, lo mismo pone el lavavajillas que la lavadora, y si estoy tendiendo él me da las pinzas. Y salimos los dos a hacer los mandados". 

Bueno, no siempre... "Mi padre, si hay futbol, no sale", interrumpe Sergio Tudela entre risas de complicidad. Y es que están más que unidos, no pueden vivir el uno sin el otro: "Hasta a la peluquería me acompaña mi marido! ¿Lo ven? Eso es amor. 

Con estos mimbres, el matrimonio lo tiene claro: "Lo que queremos es tener salud, eso es lo principal, y vivir muchos años, poder ayudar a los hijos y los nietos", esgrime el patriarca a la par que su media naranja exclama, convencida: "Yo quiero morirme antes que él, no quiero pasar el mal trago de ver a mi marido muerto". 

¿El secreto para alcanzar más de medio siglo así, en plena vitalidad como pareja? "Nosotros hemos tenido una cosa, no hemos discutido nunca, no nos hemos enfadado nunca. Lo que mi marido dice me viene bien, y al revés". A tomar nota, se ha dicho.