Cerrar Buscador

"La Alhambra atesora uno de los paisajes culturales más ricos del mundo"

Por Juan Vicente Córcoles - Agosto 03, 2024
"La Alhambra atesora uno de los paisajes culturales más ricos del mundo"
Antonio Peral durante la entrevista.

Antonio Peral es arquitecto conservador, jefe de servicio de conservación y protección del conjunto formado por la Alhambra y el Generalife desde el 28 de octubre de 2019. Funcionario del cuerpo de conservadores del patrimonio histórico de la Junta de Andalucía. asesor técnico en la Dirección General de Bienes Culturales y jefe del departamento de protección y departamento de conservación de la Delegación de Cultura en Jaén. Es un orgullo que este hombre de Andújar tenga esa gran responsabilidad en uno de los monumentos más importantes del mundo, el primero o el segundo más visitado de España. Hoy, conocemos más su historia con esta entrevista en Lacontradejaén.

—¿Qué es la Alhambra y el Generalife?

—Una ciudad palatina. Fue edificada por la dinastía Nazarí (1232-1492) y se estructura en torno a tres espacios principales: La Alcazaba, Los Palacios y la Medina, contiguo a la ciudad palatina se encuentra la almunia del Generalife y su dehesa en el Cerro del Sol. A esto se incorpora un entramado de silos, mazmorras, galerías subterráneas, … en un emplazamiento único y mi labor persigue el objetivo de dejar su legado, lo más fiel posible a su origen, a las futuras generaciones. Es el ejemplo de una cultura islámica en Europa, siendo sus primeros conservadores los Reyes Católicos. Podemos decir que es una ciudad nazarí que esconde un entramado de de lugares recónditos de los que por motivos de accesibilidad y conservación no pueden ser incluidos todos en la visita pública.

—¿Qué lugares destacarías?

—No sé... hay tantos... Pero por citar algunos, el Baño Real del Palacio de Comares, el Peinador de la Reina, el aljibe que realizó el conde de Tendilla, una catedral oculta bajo la Alhambra por las dimensiones que presenta.

—¿Háblenos de algo de su Historia?

—La Alhambra atesora uno de los paisajes culturales más ricos del mundo que se identifica con la dinastía nazarí durante los siglo XIII al XV. Se ubica en la colina de la Sabika que parece remontar su origen a la civilización Romana. El siglo XI fue un paso más ya que se configura la planta de la Alhambra en el recinto de la Alcazaba por ejecución de los Banu Negrilla, visires de un taifas, que también actuaron sobre donde hoy está el Generalife.
El sultanato nazarí de Granada que va desde el 1232 a 1492 fue el último estado musulmán.

Su fundador fue Ibn Nasr, al-Ahmar, que procedía de Arjona que mantuvo un extenso territorio desde Tarifa a Almería. Una etapa compleja que dura cerca de tres siglos, concretamente 260 años, en donde hay alianzas con reyes cristianos para conquistar la zona del valle del Guadalquivir con la finalidad de mantenerse en Granada. A pesar de esta complejidad política y de guerras la Alhambra fue creciendo y enriqueciendo, fijando los historiadores cuatro etapas: la primera desde 1432 hasta 1314 con cierta influencia almohade; la segunda etapa en donde ya se ve un estilo propio nazarí que va desde el 1314 a 1354, destacando aquí a sus sultanes constructores Isma´íl y Yusuf I; el tercer periodo se corresponde con el sultanato de Muhammad V, el gran constructor de final del siglo XIV que se corresponde con la época dorada; y la cuarta etapa ya en el siglo XV que supone muy poco en lo artístico.

 Antonio Peral con Patricia Hernández y Juan Vicente Córcoles, junto a la Puerta del Vino, en una visita del Centro de Adultos “Pedro de Escavias” de Andújar a la Alhambra.
Antonio Peral con Patricia Hernández y Juan Vicente Córcoles, junto a la Puerta del Vino, en una visita del Centro de Adultos “Pedro de Escavias” de Andújar a la Alhambra.

—¿Y tras la conquista de Granada?

—En 1492 la Alhambra se incorpora al patrimonio de la Corona como Casa Real con funciones militares como Capitanía General con jurisdicción propia. Todo quedó bajo la modernización de los Reyes Católicos que modificaron su acceso a través de la cuesta de Gomérez con la puerta de las Granadas; construyen un gran aljibe. La mezquita lógicamente desaparece y en su lugar se edifica una iglesia y en la calle Real se ubica un convento franciscano, lugar en donde estuvieron los restos de Isabel hasta que finalizaron las obras de la Capilla Real junto a la catedral granadina.

—¿Qué importancia tuvo Carlos V?

—Mucha. Él se casa con Isabel de Portugal en 1526 en Sevilla, es primavera y decide venir a la Alhambra, estancia que se prolongará hasta el otoño. La Corte pues está en Granada todo ese tiempo. En Granada conviven el cuerpo diplomático como Germana de Foix, viuda del rey Fernando, el conde de Nassau, Baldassar de Castigliones –nuncio apostólico- , Juan Boscán, Garcilaso de la Vega y todos los funcionarios del gobierno. De esta época data el palacio de Carlos V realizado por Pedro Machuca que altera muy poco el recinto nazarí. Puede de catalogarse esta intervención como de muy importante. El palacio simboliza el poder del monarca. De Machuca, muy posiblemente suyo, se conserva un plano de estos años que nos marcan las transformaciones del conjunto en este tiempo.

—¿Qué fueron de los alcaides de la Alhambra?

—Forman una capítulo en la historia de la Alhambra, los Tendilla-Mondéjar, muy vinculados con el lugar, tanto que los Tendilla residieron en el recinto nazarí. El primero fue don Íñigo López de Mendoza y Quiñones, cuyo hijo Íñigo López de Mendoza y Figueroa, estuvo con los Reyes Católicos en la entrega de Granada en 1492 siendo nombrado por los monarcas alcaide de la Alhambra y capitán general de Granada; realizó algunas obras para mejorar la defensa en relación con la artillería la nueva modalidad bélica. Así se van sucediendo la familia, títulos y cargos hasta llegar al 12º con José de Mendoza Ibáñez de Segovia que durante la Guerra de Sucesión (1701-1713) apostó por la fidelidad a Carlos de Austria que fue el perdedor. Lógicamente Felipe V, el rey vencedor, les quitó la alcaidía de la Alhambra quedando solo como un título honorífico que se pierde definitivamente con su muerte”.

—¿Qué pasa tras esta pérdida de alcaides?

—Viene una etapa triste y oscura. Según Gómez Moreno en 1750, con Fernando VI en el trono, la Corona se apropió de los recursos destinados a las obras de la Alhambra, se entró en un periodo de decadencia y abandono culminado por la invasión francesa hasta su retirada en el 1812. Hay una noticia curiosa de 1792, sabemos que el juez-conservador de la Alhambra, Bartolomé de Rada, tenía a su disposición unos 2.300 reales con 30 maravedís, cuando era preciso tener algunos millones de reales para el mantenimiento.
Con Carlos IV en el trono, los gobernadores con sus familias habitaron la Alhambra buscando su provecho personal.

—¿Cuándo aparece la figura de Washington Irving?

—En 1829 el neoyorkino llega a Granada y ve el feo panorama que hay sobre la Alhambra cuyas críticas llegan al gobierno, críticas que suponen una leve mejoría para el complejo nazarí. Richard Ford visita Granada en 1831 y se encuentra un panorama desolador pues la Alhambra servía para guardar ovejas, tener una sala con telares de seda, se vendían elementos decorativos como azulejos y yeserías. Fernando VII asigna al final de su reinado la cantidad de 50.000 reales. En este tiempo ya con Isabel II se hacen labores de limpieza y hay que destacar la labor del arquitecto Rafael Contreras que con él, en 1847, se cierra el peor tiempo para la Alhambra.

—¿Napoleón, los franceses, dejaron su huella?

—Los franceses llegaron a Granada el 28 de enero de 1810 con el conde Horacio de Sebastiani al frente de la tropa que era el general del Cuarto Cuerpo del Ejército, paisano de Napoleón. Este hombre creo unas ordenanzas de limpieza e higiene emprendiendo algunas transformaciones urbanísticas, pero le fue muy mal a nuestra Alhambra ya que quedó convertida en un cuartel para albergar a unos 1.500 soldados; desmantelaron puertas y artesonados para hacerse fuego y combatir el frío y lógicamente se degradó todo. El 17 de septiembre de 1812 los franceses abandonaron Granada y la Alhambra corrió el peligro de perderse para siempre pues intentaron dinamitarla con barriles de pólvora; se perdieron algunos torreones pero gracias al cabo de inválidos José García, que había perdido una pierna en la batalla de Bailén, evitó el desastre total al apagar la mecha con el riesgo de perder la vida. En la plaza de los Aljibes hay una placa que recuerda este hecho. Después de 1812, años muy malos para la Alhambra por la desolación que supuso.

—Llegamos a la época del Romanticismo en donde la Alhambra tuvo mucho que decir.

—Los Románticos comenzaron a viajar y lógicamente España, el Sur, castillos y ruinas fueron objetivos a visitar. La Alhambra entre ellos. Su abandono, historia, leyendas, arquitectura, decoración, paisaje, la Alhambra fue admirada internacionalmente gracias sobre todo a Washsington Irving y a Richar Ford. La Alhambra unía al Romanticismo el orientalismo exótico muy buscado por los intelectuales románticos como Chateaubriand, Dutailly, Laborde, Ford, Lewis, Girault, Owen, Swinburne, Jones entre otros muchos”.

—¿Cuándo aparecen los arquitectos por la Alhambra?

—La Real Academia de Bellas Artes, inauguró con el siglo XIX, una serie de visitas de inspección a monumentos llevada a cabo por arquitectos, entre ellos se visitó la Alhambra, apareciendo el libro “Antigüedades árabes de España” de Hermosilla, Villanueva y Arnal en 1804, apareciendo en el libro el primer plano del conjunto debido a José de Hermosilla. La invasión francesa cortó esta trayectoria que se reinicia en 1847 con la presencia de Domingo Gómez para evaluar los daños de la Alhambra. En 1890, con motivo del incendio en la sala de la barca se comisiona a Ricardo Velázquez para realizar un informe y por fin aparece la Memoria del Plan General de Conservación de la Alhambra en 1917, entrando ya en el siglo XX. Pero antes hay que mencionar lo ocurrido tras la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II y que al Estado pasó todos los bienes del patrimonio real por lo tanto de dominio público. La primera medida fue declarar a la Alhambra en 1870 Monumento Nacional con una asignación fija a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, por lo tanto el Estado controlaba el monumento a través de una Comisión Provincial-

—¿Y el siglo XX?

—De 1907 a 1923 el arquitecto Modesto Cendoya centra su gestión en buscar la Alhambra global para lo cual emprende una serie de proyectos arqueológicos.
Entre 1923 y 1936 el arquitecto será Leopoldo Torres Balbás, arqueólogo e historiador del Arte que realiza un intenso trabajo en la aplicación y prácticas de los criterios conservacionistas basándose en la Carta de Atenas de 1931, dejando escrito conservación a través de tareas de mantenimiento regulares y permanentes de los edificios históricos en donde hay que tener un respeto absoluto por la obra histórica y artística del pasado, sin proscribir de la misma el estilo de ninguna época, aplicando técnicas modernas y materiales nuevos siempre que sean reconocibles, necesitando cualificar el entorno del monumento.
Tras la Guerra Civil el responsable será Francisco Prieto Moreno que continuó con los trabajos de su predecesor, al ser su discípulo, implantando buena parte de los elementos urbanos y paisajísticos que prácticamente es la Alhambra que conocemos hoy. El conjunto histórico y artístico ha puesto en valor el paisaje en donde se asienta en monumento. Capacidad científica y tecnológica adecuada se tiene que poner de manifiesto a la hora del mantenimiento de tan complejo edificio, único en el mundo. Prieto Moreno fue jefe comarcal de Regiones Devastadas.

Tras la Guerra Civil y debido al centralismo del nuevo Estado la Alhambra quedó bajo ese fuerte poder. Junto a Prieto Moreno se vincularon en la Alhambra Gómez-Moreno, Gallego Burín y Beremúdez Pareja, enriqueciéndose el conjunto con el Museo Arqueológico, los Jardines Históricos y el Museo Provincial de Bellas Artes, además de la biblioteca, archivo y administración. El Patronato de la Alhambra y el Generalife que había comenzado en funcionar en la posguerra, en 1962 tiene ya sus estatutos propios. En el Patronato están presentes el Ayuntamiento granadino, la Universidad de Granada, la Junta de Andalucía y el Estado Español.

—Recientemente he descubierto un magnífico pintor y dibujante sevillano Emilio Sánchez Perrier y he visto que tiene unos dibujos bellísimos de la Alhambra realizados en 1883, ¿cuánta gente ha pintado la Alhambra?

—La Alhambra es un modelo por todo lo que significa tanto en su paisaje interior como exterior, … qué pintores destacar, .. Rusiñol, Fortuny, Bertuchi y sobre todo Sorolla que merece un capítulo aparte. Blasco Ibáñez dijo que era nieto de Velázquez e hijo de Goya. El pintor valenciano por primera vez llega a la Alhambra en marzo de 1902 y quedó impresionado por los paisajes de Granada con sierra Nevada al fondo y por la Alhambra y su entorno. Hay una serie de paisajes de Sierra Nevada que son impresionantes y ya sobre el monumento pinta unas higueras del Generalife, el patio de los Arrayanes, de Comares, … medio centenar de obras en las que reflejó Granada y sobre todo la Alhambra”.

—¿Nos queda mucho por decir?

—Estaríamos días y días hablando del conjunto Nazarí, posiblemente uno de los monumentos más y mejor conocidos en el mundo cultural. Hay miles de documentales en las redes sociales, miles de libros, de publicaciones, podíamos hablar de la decoración caligráfica en donde hay que destacar los poemas de Ibn al-Yayyab, Ibn al-Jatib y de Ibn al-Zamrak; de la geometría y precisión matemática que encierra; de la puerta del Vino que Claude Debussy le hizo una composición; de la música y la Alhambra con el festival del Cante Jondo de 1922, los Autos Sacramentales de 1927, el primer festival de Música y Danza de 1952; de Lorca, de Falla, Ganivet...

—¿Tienes marcado algún reto?

—Pues continuar con las labores de conservación haciendo hincapié en la conservación preventiva con objeto de acercar al público una visita de calidad para las miles de personas que se acercan al mismo. En este sentido tengo que destacar al equipo de restauradores, arquitectos y otros profesionales que están inmersos en los trabajos de la Alhambra. Hay algunas zonas que por su estado de conservación necesitan más cuidado, esto nos obliga a planificar y diseñar diversas estrategias para compaginar conservación con las visitas de usuarios, día tras día. Otro punto importante es la seguridad con la que hay que dotar al complejo monumental.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK