"Si los hombres son capaces, nosotras un poco más"
Isabel García Castillo se ha convertido en la primera presidenta de la Hermandad del Santísimo Cristo del Mármol de Cambil tras tomar posesión del cargo el pasado 19 de enero. Amante del mundo cofrade desde pequeña, esta técnica en Farmacia a la que no se le caen los anillos en el tajo aceitunero se ha rodeado de mujeres de confianza en su junta directiva y lo tiene clarísimo: "Si los hombres son capaces, nosotros vamos a serlo un poco más". Con solo veintitrés años de edad, la flamante presidenta habla con la misma madurez y prudencia de una veterana en eso de llevar la vara de mando.
—Es la primera vez que una mujer asume el cargo de mayor responsabilidad de la cofradía...
—Sí, la primera vez.
—¿Cómo se sintió el día que tomó posesión de la presidencia?
—Es la primera vez que se ha hecho esto de tomar posesión en una cofradía en Cambil, con un acto así, y la verdad es que impone, sí, emociona. Y si estás rodeado de tu familia y de amigos, más todavía.
—Usted no es novata, precisamente, en el mundo cofrade, ¿verdad?
—No, llevo muchos años siendo hermana cofrade. De siempre, desde pequeña, me ha gustado vestirme de penitente, ir detrás de un paso, siempre lo he visto en mi familia, creo y tengo fe. Al Santísimo Cristo del Mármol se le tiene mucha devoción en Cambil, casi todo el pueblo es hermano, incluso los que emigraron. También soy hermana mayor de la Cofradía del Cristo de la Misericordia, de Semana Santa.
—Se le nota. Habla usted como si llevara medio siglo portando la vara de mando.
—Todo lo que es el vértigo, los nervios de ponerme delante de la gente a leer o cualquier cosa, ya me lo he quitado, llevo tres o cuatro años al frente de la hermandad.
—¿Ha seguido la tradición de pertenecer a la cofradía del patrón por iniciativa propia, o le viene de familia?
A mí me viene de familia, sobre todo por mi madre, por un acontecimiento que a ella le pasó y, desde entonces, le tiene mucha fe al Señor del Mármol.
—Son muchos los responsables cofrades que apuntan la dedicación que requiere un cargo como este. ¿Es consciente de ello?
—Esto requiere mucha ilusión, muchas ganas, pero también es quitarte tiempo tuyo y los que tienen familia, quitárselo de su familia, para poder sacar la cofradía adelante. Ahora, por ejemplo, en estas próximas fiestas, luego en agosto y durante todo el año. Es ilusión, ganas, pero también lo que mucha gente no ve, que es el trabajo que tiene detrás.
—¿Por qué se decidió a dar este paso?
—He tenido un hermano dentro de la junta y hubo un párroco, don carlos, que nos animó a hacer un curso para poder acceder a ser miembro de una junta, en este caso presidente. Cuando Manuel, que era el anterior presidente, comentó que se iba a retirar, que ya no quería seguir, pensé: "¿Por qué no lo intento yo, por qué no podemos hacerlo, dar un paso más adelante a ver si puede ser?". Hablé con gente, con mi madre, con familiares, y lo comenté: "¿Por qué no todo mujeres?". Nunca en Cambil ha habido una presidenta de la hermandad; hace un par de años hubo otra mujer, pero era vicepresidenta.
—Y se ha rodeado de mujeres en la junta directiva.
—Sí, todo mujeres [sonríe].
—¿Lo ha hecho deliberadamente? ¿No quería a ningún hombre en los órganos de gobierno?
—No, no, tampoco llevaba ese fin de elegir solo mujeres, había pensado también en un hombre pero luego, hablando con mujeres que conozco, pensé que podíamos ser capaces entre todas: ¡ya que los hombres son capaces, creo que las mu0jeres somos hasta un poco más! No ha sido una cosa intencionada, pero se ha dado así.
—Y el pueblo, ¿secunda su decisión?
—Sí, de momento sí. En las elecciones hubo votos suficientes, nos han dado su apoyo desde el primer momento que anunciamos que nos íbamos a presentar. Ahora mismo, de todas formas, estamos empezando, no hemos tenido mucho tiempo de hacer nada todavía, pero poco a poco, en silencio, en nuestras casas, juntándonos, vamos intentando hacer alguna actividad más de lo que se ha hecho de aquí para atrás; que no sea solo misa y procesión, que me parece muy bien. Vemos que la gente va perdiendo el interés y pensamos entre todas por qué no recuperarlo desde pequeños.
—¿Qué han pensado hacer para involucrar a los niños en la devoción al Santísimo Cristo del Mármol?
—En colaboración con el Ayuntamiento, por ejemplo, se va a a hacer un cuentacuentos con la leyenda del Señor, y a los niños se les va a contar esa historia. Será el próximo viernes día 21, antes de la misa. También queremos que lo mismo que hay un hermano mayor de fiestas, haya un hermano menor, para implicar a los niños y a las familias, para que esto no se pierda.
—Las fiestas patronales de este año están a la vuelta de la esquina. ¿Cómo las afronta desde su nueva posición de máxima responsable de la cofradía?
—Bueno, antes llevaba a la Virgen y ahora voy presidiendo la procesión. Muchos nervios.
—Normal: todo tiene que pasar por sus manos.
—Sí, y muchas cosas que no me gustaría cambiar, pero no hay otra forma.
—¿A qué se refiere?
—Por ejemplo, abrir un poco más, que las empresas colaboren, que no sean solo unos cuantos. Ahora llegan las fiestas, hay mucha devoción al Señor del Mármol, viene mucha gente de fuera, de Barcelona, de Madrid... Pero vas viendo que esto se va perdiendo, que la gente joven ya no quiere saber mucho de esto.
—Ese es uno de sus principales objetivos como presidenta de la hermandad: atraer a los jóvenes hacia el Señor...
—Al Señor, a la Iglesia a la Semana Santa, a la parroquia...
—Don José Navarrete, el párroco, derrocha actividad e iniciativas. ¿Hay buena relación entre la hermandad y el sacerdote?
—Es puro nervio, sí, no para, pero estamos encantados con él, ha vuelto a llamar a los niños, a la gente, a participar de la misa, y a las cofradías, a todos. Que aporte todo lo que quiera, que lo estaremos apoyando.
—¿Va a introducir alguna novedad palpable en las actividades de las fiestas? ¿Alguna actuación musical o ambiente de verbena, por ejemplo?
—No, de aquí para atrás lo único que se ha hecho ha sido misa y procesión, se ha dado el pregón, ha habido alguna orquesta u orfeón que el hermano mayor de fiestas ha querido traer, pero verbena o así no; quizás en agosto se pueda hacer. Lo que sí se ha hecho otros años, y vamos a intentar recuperar en colaboración con el equipo de fútbol, es algún partido benéfico para recaudar dinero para alimentos o juguetes. Son proyectos, a ver si nos podemos reunir pronto con el Ayuntamiento y ver qué ideas tienen ellos, qué ideas tenemos nosotros y llevar algunas a cabo.
—¿Qué les diría a sus vecinos para que acudieran a la llamada del Cristo del Mármol, del patrón de su pueblo?
—Que se animen y empiecen a colaborar con la cofradía, con la parroquia. Que si tienen cualquier duda o idea, nosotras, encantadas, los vamos a escuchar, y aprovecho para decir que si algún cofrade quiere ser hermano mayor de fiestas, estaremos encantadas, con los brazos abiertos, para trabajar por la cofradía. Ahí los esperamos.
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