Arjona afronta un nuevo año turístico con sensaciones positivas
Desde el Ayuntamiento muestran optimismo con vistas a 2021 después de un 2020 "bueno" pese a las circunstancias impuestas por la pandemia
"Arjona sigue siendo un destino turístico que en cuanto no hay medidas restrictivas, la gente lo escoge, lo prefiere".
Lo asegura, con los datos en las manos, Antonio Salas, técnico de Cultura del Ayuntamiento urgabonense, a cuenta de un 2020 que, pese a todas las dificultades impuestas por la pandemia, ha dejado claro que el municipio tiene mucho, pero que mucho que decir en el ámbito turístico.
Sí, después de un año que comenzó "con un crecimiento exponencial" hasta la llegada del coronavirus y que dejó "casi un 20 por ciento más de visitas" en la ciudad nazarí con respecto a ejercicios anteriores (hasta convertir el mes de enero en el "mejor desde que existen datos turísticos"), el estado de alarma supuso un parón inesperado que, como en el resto del mundo, despobló calles, monumentos y el buen número de atractivos de los que dispone el municipio.
Como recuerda Salas, la desescalada volvió a demostrar que la gente tenía ganas de Arjona: "Julio y agosto experimentaron un crecimiento importante y se equiparó el número de visitas a las de otros años, pero no así el de visitantes". Lógico, teniendo en cuenta las limitaciones en los aforos y las distancias sociales exigidas por las autoridades sanitarias.
Así se llegó al último trimestre, en el que las nuevas medidas de seguridad asestaron otro golpe al potencial turístico urgabonense: "No hay medicina para el miedo", dicen los escoceses, y el temor a un contagio del que el Covid-19 es todo un maestro se impuso aquí, allá y acullá.
Eso sí, fue levantar la mano un poco por parte de la Administración y, mediado diciembre, otra vez se comprobó que Arjona tira mucho, pero que mucho.
UN 2021 INCIERTO PERO PROMETEDOR
Que se lo digan a los dos grupos que, nada más comenzar el año, se dejaron caer por la ciudad para ponerle el mejor de los paisajes al estreño de 2021.
"Nos sorprendió que, desde el 2 de enero, ya ha empezado a haber dinámica turística, con más visitas pero en pequeños grupos, generalmente de familias o amigos o de un colectivo, que podemos llamar 'grupos burbuja", aclara Antonio Salas.
Perfiles que abarcan desde núcleos familiares que vuelven "como cicerones para otras personas" hasta "gente de alto nivel cultural, que ha viajado por el mundo y elige Arjona". Algo tendrá el agua cuando la bendicen, reza un refrán.
Con la vista puesta en la primavera, en los efectos de la vacuna, en la deseada disminución de casos positivos y, por ende, la libertad de movimiento, lo cierto es que Arjona va más allá y pone en el próximo otoño el grueso de sus esperanzas; no en vano, afirma Salas, la ciudad "se siente "preparada" para acoger a quienes opten por su oferta, que la administración local dirige hacia un objetivo claro:
"Intentamos trabajar Arjona como lugar nodriza para alojarse; en un radio de ochenta kilómetros tenemos la Mezquita de Córdoba, Cástulo, las ciudades patrimoniales de Úbeda y Baeza...". Vamos, lo que hicieron los cordobeses que los visitaron el pasado 2 de enero, alojarse en establecimientos urgabonenses y, con el municipio como 'cuartel general', regalarse un 'tour' de esos que dejan tiritando la cámara del móvil. Tiritando de belleza.
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