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Un sueño hecho solidaridad

Un sueño hecho solidaridad
Tomasa Mercado en el campo de refugiados saharauis de Dajla. Foto: Tomasa Mercado.

Las arjoneras Tomasa Mercado y Trinidad Pérez viajan a los campamentos de refugiados saharauis para conocer a quienes ayudan desde hace 15 años

EArjona y el campamento de refugiados saharauis de Dajla están separados por miles de kilómetros. Han sido unidos por dos jiennenses que querían comprobar que toda la ayuda que han enviado durante años llega a sus verdaderos destinatarios. Son decenas de familias de refugiados saharauis que viven esperando una decisión que les colme de la libertad que ahora no disfrutan.

Tomasa Mercado y Trinidad Pérez viajaron recientemente al campamento de Dajla. Lo hicieron de la mano de la Asociación de ayuda al pueblo saharaui . Año tras año, permite a decenas de menores disfrutar de una realidad totalmente diferente a la que se encuentran a diario.

 Imagen de la llegada de Tomasa Mercado y Trinidad Pérez al campo de refugiados. Foto: Tomasa Mercado.
Imagen de la llegada de Tomasa Mercado y Trinidad Pérez al campo de refugiados. Foto: Tomasa Mercado.

15 AÑOS DE COOPERACIÓN

Después de 15 años de cooperación activa con los refugiados, Mercado tenía claro que en algún momento de su vida tenía que estar cara a cara, cuerpo a cuerpo, con sus familias africanas. Ella y su marido comenzaron acogiendo niños de estos campamentos. Fue allá por el año 2000 y pocos años después vieron que, aunque durante todo el año mantenían el contacto con las familias de los menores acogidos, eso “ya no era suficiente”. Necesitaban dar un paso más. Fue el de trabajar con el pueblo saharaui sin más intermediarios que los medios de transporte necesarios para que, desde Arjona, a Dajla llegase comida, dinero, zapatos o ropa.

AYUDA CONTINUA

De este modo, Tomasa Mercado solo necesitaba una excusa para aglutinar a más arjoneros en torno a su deseo de hacer felices a decenas de menores. “Les comenté a un grupo de amigas que necesitaba juntar algo de dinero para enviar unos paquetes a las familias del Sahara y su respuesta fue que me ayudarían en todo. No solo en el envío de ese paquete”.

Así relata esta arjonera solidaria como ella y 14 personas más se sumaron a un proyecto. Aunque no ha tomado forma de asociación ni ningún ente similar, se involucra sin ningún miramiento en la lucha por la dignidad de los cientos de personas que viven encerradas entre las vallas de los campamentos de refugiados. Con mercadillos de artesanía, rifas y diversidad de encuentros en los que buscar financiación para todos sus proyectos. Y con la siempre presente colaboración del Ayuntamiento de Arjona, Tomasa Mercado y el resto de compañeras no han dejado nunca de ayudar a los saharauis.

 Tomasa Mercado y Trinidad Pérez, en una celebración durante su visita a los refugiados saharauis. Foto: Tomasa Mercado.
Tomasa Mercado y Trinidad Pérez, en una celebración durante su visita a los refugiados saharauis. Foto: Tomasa Mercado.

Una ayuda que han elevado al máximo con su reciente viaje al campamento de Dajl. Han podido realizar su sueño de “ponerle cara” a todas las familias con las que, durante años, han mantenido un contacto permanente. “Es una sensación indescriptible cuando llegas al campamento y puedes tocar y abrazar a esas personas que significan tanto para ti y nunca habías podido tener tan cerca”, señala Mercado emocionada.

Una emoción que comparte con su amiga y confidente Trinidad Pérez. La acompañó en este viaje y dice que ha sentido que “alimentaba el alma”. “Cuando llegas a donde viven los refugiados te das cuenta de cuál es su verdadera situación y de que el pueblo saharaui no debería dejar indiferente a nadie”, señala Pérez.

GRATITUD INFINITA

 Una menor saharaui en el campamento de Dajla. Foto: Tomasa Mercado.
Una menor saharaui en el campamento de Dajla. Foto: Tomasa Mercado.

Durante los diez días que estas dos arjoneras pasaron en Dajla no solo repartieron comida, ropa y dinero entre las familias que viven en los campamentos. También comprendieron el verdadero significado de la palabra gratitud. “Es impresionante el trato que te dan todas las familias y la gratitud con la que se dirigen siempre a ti. En una ocasión incluso nos llegaron a sentar en una de las casas que tienen en el campamento. Todos los miembros de decenas de familias a las que habíamos ayudado durante estos años de trabajo desde Arjona pasaron uno por uno dándonos las gracias”, señala.

Y la arjonera tiene un sinfín de anécdotas. “Las familias lo primero que hicieron fue guiarnos por el campamento y pedirnos que le comprásemos productos básicos, como leche o legumbres. Después, para agradecernos nuestra presencia, cocinaron arroz blanco para todos. A nosotras dos y otra cooperante que nos acompañaba nos ofrecieron tres pinchos de carne de camello, que repartimos entre todos los niños que había alrededor del barreño de arroz. Esa sensación de ver a todos esos niños felices es lo más gratificante”, afirma ilusionada.

 Niños y niñas del campamento de Dajla posan ante la cámara de Tomasa Mercado. Foto: Tomasa Mercado.
Niños y niñas del campamento de Dajla posan ante la cámara de Tomasa Mercado. Foto: Tomasa Mercado.

Ahora, cuando aún están amoldándose de nuevo a todas las comodidades de la vida diaria en esta tierra, tienen más presente que nunca que su trabajo de ayuda al pueblo saharaui no es en vano, ni mucho menos. Tomasa Mercado y Trinidad Pérez lo saben. “La satisfacción personal y el reencuentro con los valores que experimentas cuando compartes tu tiempo con ellos es la fuerza necesaria para que sigamos trabajando de la misma forma en ofrecerles un futuro mejor”, sentencia Mercado. Lo hace sin dejar de pensar en cómo seguirán ayudando a las decenas de familias que le han cambiado la vida para siempre.

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