'AnimaMe', la dinámica asociación de los jóvenes de Mengíbar

Casi una treintena de componentes conforman un colectivo volcado, desde hace dos años, en mantener viva una oferta de ocio y cultura para la juventud local
"No es una excusa decir que no hay nada para la gente joven: vente a la asociación y propón ideas". Así anima Pilar Acosta Herrera a sus paisanos y coetáneos para que se inscriban en el colectivo AnimaMe, que ella preside desde su fundación, hace un par de años.
Una entidad nacida con un objetivo claro: procurar actividades a una franja de edad que abarca entre los 14 y los 30, que no contaba con una profusa oferta de ocio y cultura y que tiene en 'AnimaMe' un vehículo cabal para la participación.
"Los comienzos fueron entre poca gente, pero rápidamente se fue uniendo gente hasta formar un grupo de veintitantas personas a día de hoy, el grupo ha ido creciendo con el tiempo", comenta Acosta.
¿Que por qué ha crecido? Será porque no paran, no hay más que darse un paseo por sus redes sociales y darse cuenta de que más su agenda rebosa iniciativas, para todos los gustos, que lo mismo dan rienda suelta a su solidaridad que los conduce a conocer otros lugares, a pasarlo chupi en un parque acuático (perdón por lo de 'chupi', adjetivo carrozón donde los haya) o a enriquecerse en cualesquiera de los talleres que organizan.
Y todo ello sin olvidarse de su pueblo, de Mengíbar, a cuyas celebraciones arriman el hombro en cuanto se lo pide el Ayuntamiento, con el que mantienen unas relaciones envidiables: "No paramos en todo el año, tenemos mucha actividad, acabamos de salir de los Reyes Magos y estamos ya pensando en el Carnaval", asegura la presidenta.
Rutas de senderismo, cursillos y un montón de propuestas más hacen de 'AnimaMe' un colectivo imprescindible, que aprovecha al máximo las subvenciones municipal y de la Diputación de la misma manera que exprimen al máximo los diez euros anuales que, "simbólicamente", pagan sus socios.
¡Vamos, que ser joven en Mengíbar, además de una bendición de la vida, es una oportunidad de oro para formar parte de un grupo que se bate el cobre por su pueblo y su gente, sin ningún tipo de limitación ideológica, religiosa o de otro carácter: "Somos superneutrales", sentencia Pilar Acosta Herrera.
Neutrales, sí, pero no de esos de los que escribió Celaya, los que "se desentienden y evaden", sino de los otros, de los que se manchan las manos por su tierra.
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