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El buen sabor de boca de saber que se trabaja por la igualdad

Por Javier Cano - Diciembre 03, 2023
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El buen sabor de boca de saber que se trabaja por la igualdad
Socias (y algún cónyuge), a la mesa navideña que la asociación disfrutó el pasado año. Foto: Asociación de Mujeres Azahara.

La Asociación de Mujeres 'Azahara' está a las puertas de celebrar sus tres décadas de existencia y el balance no puede ser más positivo

En 1993 se produjo el terrible crimen de las niñas de Alcasser, Kim Campbell se convirtió en la primera mujer al frente del Gobierno de Canadá y, en Fuerte del Rey, nacía la Asociación de Mujeres 'Azahara'.  

Un colectivo empeñado en equiparar a ellos y ellas en todo y que ahí sigue, a las puertas de su trigésimo aniversario, con las mismas ganas que aquel ya lejano año que la Conferencia de Viena incluyó los derechos de la mujer en la lista de derechos humanos:

"Ya había una asociación de amas de casa, que de hecho el año pasado cumplió cincuenta años; y entonces formamos 'Azahara'; al principio se incorporó gente más joven que en la de amas de casa y luego, con el tiempo, ha llegado gente de todas las edades", explica Nico Castro, cofundadora de la entidad, en la que ejerció tres ejercicios como tesorera y, desde hace dos, ocupa el cargo de presidenta. 

Como recuerda la máxima responsable actual del grupo, desde su fundación hasta hoy día la actividad no ha cesado, con la salvedad de un par de años en los que se produjo un parón que, con la llegada de una nueva junta directiva, pasó a la historia. 

Y ahí están, precisamente haciendo historia en lo suyo estas 144 socias que, cada una desde sus posibilidades, se curran la igualdad en Fuerte del Rey sin excluir al sexo masculino de su agenda:

"En una asamblea decidimos que los hombres pudieran venir a nuestros viajes, y también a las comidas no específicas para nosotras", aclara. 

 Un guía explica a las socias asistentes la exposiciónq que visitaron en la Catedral de Jaén en 2022. Foto: Asociación de Mujeres Azahara.
Un guía explica a las socias asistentes la exposiciónq que visitaron en la Catedral de Jaén en 2022. Foto: Asociación de Mujeres Azahara.

Una agenda de lo más completa, que abarca los doce meses con convocatorias para todos los gustos: "Para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres tuvimos unos cortometrajes en el centro social, y después el Ayuntamiento dio un café con dulces. Y el 24 se leyó el manifiesto en la Plaza del Ayuntamiento y celebramos una marcha".

Y es que, en las propias palabras de la presidenta, la relación entre la administración municipal y 'Azahara' es "estupenda": "Estamos muy contentas, todo lo que le hemos pedido hasta ahora, lo han concedido". Así esperan que ocurra con su sede, que tuvieron que dejar hace pocos meses pero a la que (asegura Castro) el Ayuntamiento le busca alternativa en estos días.

Falta les hace, porque no paran y lo mismo se las puede hallar pintando abanicos que aprendiendo a bailar sevillanas, adornando bolsos... "Mientras nos dan la nueva sede, los talleres los hacemos en el centro social o donde se puede", confirma. 

Menos mal que no se les cae la casa encima, como suele decirse. Les encanta viajar, conocer lugares, paisajes, gastronomía... "Por Navidad, el año pasado nos fuimos a Jaén capital, a ver la Catedral y una exposición, el belén que pusieron en la calle y el alumbrado navideño. Y luego, a cenar". ¿No sentencia un refrán que barriga vacía no tiene alegría? Pues eso. 

Poco después de Reyes toca hacer balance económico, que culminarán con una "excursión" de lo más sabrosa: "Nos vamos a un bar del pueblo a tomarnos un café con dulces y una copilla (la que quiere con alcohol y la que no, sin alcohol). 

Y llega marzo, cuando más ruido del bueno hace la asociación en el municipio, es en torno a la celebración del 8 de marzo:

"Junto con la Asociación de Amas de Casa y en colaboración con el Ayuntamiento hacemos una marcha por las calles, se lee el manifiesto, otro día tenemos una comida...". Reivindicación y convivencia a la par, vaya que sí. 

Así pasan el año, entregadas a su tarea, comprometidas con la lucha que inició Elizabeth Cady Stanton a mediados del XIX en tierras neoyorquinas sin llegar a imaginarse que, 175 años después y a casi 6.000 kilómetros de distancia, un grupo de fuerterreñas con valores humanistas continuaría su legado:

"Queda por hacer, queda mucho. Igualdad no sé si realmente se ha conseguido del todo, la gente joven sí está consiguiendo más cosas, pero la gente de otra época (de los cincuenta años para arriba) su mentalidad todavía es antigua, con mentes más cerradas en los hombres. Aunque hay de todo", añade Nico Castro, y concluye: "Hay que seguir trabajando". Que es gerundio. 

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