Las imparables mujeres jamilenudas de 'El Álamo II'
Heredera de los objetivos de un colectivo anterior, la asociación femenina del municipio tiene en la convivencia una de sus principales apuestas
Asociación de Mujeres El Álamo II... Bajo ese nombre de western de John Wayne se agrupan unas luchadoras que, en lugar de pistolas y flechas, tienen en el ejemplo la mejor de sus armas.
Se llaman así en recuerdo de "un paseo que iba hacia la fuente" de Jamilena, plagado de ejemplares de ese árbol; una suerte de albertiana arboleda perdida que, sin embargo, resucita cada día en las ganas de trabajar de estas luchadoras por la igualdad de derechos.
Herederas de una asociación anterior con la misma denominación que después de tres décadas de actividad echó la persiana, allá donde se les reclama, acuden: "No paramos, donde nos llaman, allá que vamos para colaborar", asegura Manuela Liébana Cámara, presidenta de la asociación.
Alrededor de sesenta socias "muy participativas" componen una entidad cuya agenda rebosa todo el año; ahí están las actividades celebradas el pasado 25-N, que incluyó una marcha, una charla, juegos... "Echamos una tarde muy bonica", afirma la máxima responsable de la asociación.
Y es que un paseo por el almanaque anual de 'El Álamo II' deja más que claro que la convivencia es una de las principales apuestas de este grupo, que se bate el cobre en cualquier fiesta del pueblo, sea la estación que sea, días rojos o grises, para arrimar el hombro en todo lo bueno que pueda ofrecer Jamilena.
"Ahora viene un viaje a Puente Genil, a ver las luces de Navidad, y luego tendremos la comida de Navidad. Algunos años hemos hecho los trajes para la cabalgata, tanto para niños como para los propios reyes, y árboles de navidad para todas las esquinas del pueblo", enumera Liébana.
Vaya si colaboran: el próximo 3 de diciembre, quienes las busquen las encontrarán en la chocolatada que el Ayuntamiento ofrece "a los discapacitados" del municipio, y en plenas Pascuas no lo dudan y les llevan compaña, un regalo y afecto a los mayores "que están solos en sus casas": "Lo agradecen mucho", apostilla la presidenta.
Después llegará San Antón, y ahí estarán ellas, oliendo a ascuas; luego el Carnaval, que complementan con unos disfraces salidos de sus primorosas manos: "Lo pasamos como los indios", sentencia Manuela Liébana, acaso inconscientemente influida por ese nombre tan de película del oeste americano de su asociación.
El Día de Andalucía homenajean a la Arbonaida; el 8 de marzo, día grande para la igualdad, convierten Jamilena en capital de la lucha por la equiparación de derechos entre hombres y mujeres; si hace falta a alguna cofradía de Semana Santa un cable, se lo echan "vendiendo velas" o con lo que les demanden, y más de una carroza se han cuajado algunos años para acompañar en la romería de San Isidro, el santo labrador.
Tan implicadas están en las tradiciones jamilenudas, que hasta fueron nombradas hermanas mayores de la Virgen de la Natividad, la patrona: algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Y entre fiesta y fiesta, celebración y celebración, una tarea que no cesa: el trabajo diario por convertir en realidad la igualdad plena: "Hay mucho que hacer todavía, pero hemos adelantado muchísimo", celebra la dirigente.
Paso a paso, sostenidas por sus cuotas mensuales o lo que obtienen con sus talleres, que es otra de esas actividades que las caracteriza. Así es 'El Álamo II'.
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