'Plaza Nueva-La Unión', cuando lo reivindicativo no quita lo solidario

La más veterana de las asociaciones vecinales de Huelma, radicada en el casco antiguo del municipio, tiene la filantropía entre sus objetivos naturales

Lo cortés no quita lo valiente (eso asegura un refrán), y tampoco lo reivindicativo tiene por qué estar reñido con lo solidario. 

Que se lo digan si no a la Asociación de Vecinos Plaza Nueva La Unión, de Huelma, presidida por Estrella Muñoz Martínez y en cuyas vitrinas luce ya el Premio Local 2022 concedido por el municipio, curiosamente en la categoría de Solidaridad: 

"El premio parece anecdótico, porque realmente una asociación de vecinos no tiene precisamente entre sus objetivos principales ser solidarios, aunque todas velen por sus vecinos", comenta Tomás Guzmán Moreno, secretario de la entidad de residentes del casco antiguo huelmense, protagonizado por ese hito arquitectónico y patrimonial que es la iglesia de la Inmaculada. 

Sí, puede que en los estatutos de este colectivo no se fije como fin fundamental la filantropía, pero la cuestión es que, desde 2013, 'Plaza Nueva La Unión' lo tiene claro y, junto con las actividades que le son propias, desarrolla una labor benéfica que permite a sus miembros dormir a pierna suelta, contentos y sosegados, como aseguraba Kempis que viven quienes tienen la conciencia tranquila:

"El primer contacto que tuvimos y que nos hizo solidarizarnos con los problemas de los demás fue justamente el año que entramos a la directiva en 2013; un vecino nos planteó que tenía un nieto con problemas de parálisis cerebral que necesitaba ayuda, una silla de ruedas, y que las administraciones no se le daban toda la ayuda que demandaban; decidimos ayudarles", recuerda el secretario.

Ni cortos ni perezosos, contrataron una atracción hinchable para las fiestas del barrio (que celebran tradicionalmente en el mes de julio) y la pusieron a disposición de la familia, de manera que todo lo recaudado esa jornada sirviera para arrimar fondos con los que adquirir la necesaria silla de ruedas.

A partir de ahí, la práctica totalidad de las propuestas que desarrolla la entidad se pone como reto echar una mano donde más falta haga, y lo mismo ONG que causas de todo tipo reciben la empatía de estos huelmenses de pro: "En 2018 hubo unas inundaciones muy grandes en Mallorca y todo lo destinamos para los damnificados", asegura Tomás Guzmán, y apostilla: "Nuestro principal objetivo es mirar por nuestros vecinos, pero tenemos ese punto solidario". Un puntazo, diría más de uno. 

Desde la administración local,, por su parte, celebran: "Para nosotros como ayuntamiento es todo un lujo tener en el municipio una asociación como la de Plaza Nueva, ya que realizan un gran trabajo de dinamización del barrio, sobre todo con los más mayores, a la vez que tienen muy en cuenta el componente solidario en muchas de las actividades que organizan, en palabras del concejal de Cultura, Juan Luis Guzmán. 

LA DECANA DEL MOVIMIENTO VECINAL LOCAL

Creada en 1988, alrededor de trescientos vecinos componen el colectivo, "el más veterano de todas las asociaciones de este tipo en Huelma", sentencia su actual secretario. 

"En los años 40, nuestra zona era el centro urbano pero actualmente se ha desplazado, como los cascos antiguos de todas las ciudades, y su población esta muy envejecida, con una media de edad por encima de los sesenta y cinco años; casi todas nuestras actividades son destinadas paraa ellos, y nuestros proyectos persiguen facilitarles la vida".

Iniciativas tan entrañables como los viajes que se cuajan acá o allá y que dejan anécdotas de esas que hay que contar sí o sí: 

"La gente mayor, por desgracia, ha visitado muy pocos sitios; uno de los que más éxito tuvo fue a Úbeda y Baeza, ¡si está cerquita y no las habían visto las criaturas!, celebra Guzmán. 

En perfecta sintonía con la administración local, "con este y con los anteriores, independientemente del color político", los primeros días del año han traído para estos vecinos una alegría en forma de galardón que los tiene "locos de contentos":

"Cuando haces un trabajo no esperas reconocimiento, es de manera desinteresada, así que todos los socios están encantados, porque se está valorando nuestro trabajo, una labor que no se ve pero cuyo poso queda ahí. Eso es lo que más te llena", concluye el huelmense. Lo que decía Cervantes, que al bien hacer jamás le falta premio.