"Vives un pánico terrible cuando estás solo y te atacan perros"

Tomás del Moral relata el ataque que sufrió hace una semana en la Carretera de Córdoba, cuando el dueño de dos perros peligrosos lo ignoró sin prestarle ayuda

La mano izquierda de Tomás del Moral Rodríguez, vecino de Jaén capital de 58 años, ya está mejor. No le duele después de algunos días tomando medicamentos. Se llevó una sacudida de un perro peligroso, que lo mordió cuando Del Moral intentaba proteger a su perra Ashara de los ataques de otro can más. "Fueron ataques criminales. Nadie sabe el pánico tan terrible que vives en una situación así", expresa. "No sabes si te van a matar o acabarán con tu mascota", añade.

La escena ocurrió hace justo una semana en un paraje entre olivar en la Carretera de Córdoba, junto al edificio de La Granja. Del Moral paseaba a su perra cuando de repente dos perros imponentes la tomaron con Ashara. Uno la atacó en el cuello y el otro la rodeó por detrás. El dueño quiso mediar y fue entonces cuando se llevó el mordisco del can que ya había alcanzado el cuello de Ashara. Entonces apareció el propietario de los animales, cuyas razas Del Moral no ha podido constatar, e hizo una operación para reducir a uno de los canes. La perra herida salió huyendo. "Sólo me dio tiempo a llamar la atención del dueño. Le dije que cómo se le ocurría llevar a esos animales sin bozal y sin cadena", lamenta.

El jiennense abandonó el lugar para no perder el rastro de su mascota, que también iba sin correa. "Yo no se la pongo porque jamás ha tenido una inclinación violenta", aclara. En ese momento, relata, el dueño de los canes peligrosos se desentendió de todo. Ni siquiera prestó atención a las heridas de Tomás del Moral. "No me pidió disculpas ni asumió ninguna responsabilidad", recuerda.

Desde que fue atacado hasta el reencuentro con Ashara pasaron 40 minutos. La perra se refugió en la casa del jiennense. Hasta allí fue despavorida, según narra Del Moral, quien contactó primero con el Seprona y después acudió a la Comisaría de la Policía Nacional. Reportó los hechos, pero sin la identificación del dueño de los otros canes no pudo formalizar la denuncia.

Ahora que se ha quitado la venda de la mano herida y puede escribir, ha escrito —lo hizo ayer— el episodio en su muro de Facebook. Subraya que la zona es muy frecuentada por senderistas y ciclistas. "¿Qué podría haber pasado si en vez de a mí esos perros hubiesen atacado a menores?", se pregunta.

El colmo para Tomás del Moral es leer comentarios en su muro de Facebook que dan más relevancia a la etiqueta que ha puesto de "asesinos" a los perros que a la gravedad del ataque vivido. "Igual los perros no tienen naturaleza asesina, pero atacaban con esa inercia", recuerda. Ashara recibió una grapa en la parte trasera. Se libró gracias a la lealtad de su amo.