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Juan García López: un himno a la nostalgia 'de proximidad'

Por Javier Cano - Mayo 19, 2024
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Juan García López: un himno a la nostalgia 'de proximidad'
Rodeado de instrumentos musicales y guitarra en mano, el autor del todavía oficioso Himno de Larva posa para Lacontradejaén.

Larveño de nacimiento afincado en Jaén capital, la cercanía no merma la inspiración de quien firma el que, posiblemente, será la música oficial del pueblo

Poco (casi nada, mejor dicho) tienen que ver el mítico roquero argentino Miguel Abuelo (1946-1988) con el larveño Juan García López. 

Como mucho, a ambos podría unirles el sentimiento de amor hacia su patria chica que llevó al bonaerense a escribir aquella conocida letra suya que le viene que ni pintada al segundo: "Sobre la palma de mi lengua vive el himno de mi corazón". 

Eso, y un talento musical que ha hecho de la vocación de este enfermero jubilado, hijo del año 53 y residente en Jaén capital desde hace décadas, a convertirlo en todo un tenor, compositor e intérprete capaz de firmar nada más y nada menos que el que, posiblemente, acabe siendo la partitura oficial del precioso municipio maginero.  

"A la tierra en que nací / va dedicado este canto, / todo lleno de alegría, / al pueblecito de Larva, / ¡lo mejor de Andalucía" //, comienza lo que nació como un airoso pasodoble pero aspira a representar, musicalmente hablando, a la cuna de su autor. 

Una nostalgia 'de proximidad' (si se tiene en cuenta que entre la ciudad del Lagarto y el paisaje donde vio la luz el protagonista de este reportaje no hay más de una hora de distancia) que Juan ejerce con rotundidad: "Me he criado en Larva, allí he estado muchos años y aunque ahora vivo aquí, tengo esa nostalgia, ese recuerdo".

De allí se fue para estudiar, cuando apenas tenía dieciocho años, a la capital provincial y diferentes puntos de la geografía jiennense, Madrid y, después, el 'exilio' impuesto de un servicio militar que cumplió en tierras gaditanas.

"Mis padres han fallecido allí hace dos o tres años, y allí sigo teniendo casa", comenta a Lacontradejaén. Un hogar originario al que regresa junto con su mujer (jaenera) y sus tres hijos, de vez en cuando, pero que no merma pese a la cercanía. 

MÚSICO DE VOCACIÓN

Intérprete musical autodidacta, aunque no ha pasado por el conservatorio, se ha procurado clases particulares tanto de ejecución como de solfeo, pero su capacidad de aprehensión es sorprendente, como demuestra el relato que el propio autor ofrece a los lectores de este periódico en torno a la creación del que puede llegar a ser himno de Larva:

"Tengo inquietudes musicales, toco algunos instrumentos y compuse una canción que, realmente, tenía la música de 'Al alba', de Aute, haciendo una similitud semántica, titulada 'A Larva'; lo publiqué en Facebook y alguien que había sido anteriormente alcalde me sugirió que podría ser muy bonita como himno; pensé que con esa música, que no era mía, podría tener papeleos y líos con la SGAE, me puse manos a la obra y compuse este pasodoble", explica. 

"En él viví y me crie, / en él tengo mis amigos, / y mis queridos paisanos, / que de ellos nunca me olvido" //, continúa la letra, que ya cuenta con su propia partitura, asesorada por el compositor José Antonio Orta. 

Pero, ¿llegará a ser cantado por el vecindario larveño más pronto que tarde? "Yo he hablado ya con el Ayuntamiento, y estoy esperando que me digan algo", comenta Juan, que ha ofrecido tanto la partitura como la letra, de forma desinteresada, a la administración local de su pueblo: "Estoy dispuesto a hacer una presentación, si me contestan afirmativamente", apostilla.

Los comentarios que ha generado su particular himno nada más interpretarlo en sus redes sociales han sido no solo multitudinarios, sino también de lo más positivos: "Me dicen que es muy bonito", celebra García, que forma parte también de la Coral Aída, de Jaén capital. "Cantar es mi pasión", sentencia. 

Y lo tiene claro, vaya que sí: "Si consigo que sea el Himno de Larva, será sin duda lo más importante de mi trayectoria", confiesa un enamorado de la música que ha llegado a cantar, incluso, en la mismísima catedral parisina de Notre Dame. 

"Sería un honor grandísimo, no quiero soñar como la lechera pero sería lo más grande de mi (entre comillas) carrera", concluye Juan, tan interesado en seguir aprendiendo que, a día de hoy, continúa asistiendo a clases de cuerda. ¿Será, definitivamente, el firmante del canto oficial de su pueblo? Tiempo al tiempo. 

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