La azafata jiennense del Granada
Toñi Cano empieza una nueva temporada en el Granada C.F. con la ilusión de que el equipo vuelva a Primera
Ella, como los futbolistas, vuelve al trabajo en cuanto el balón rueda en partido oficial. Ella, como los aficionados, está en la grada, aunque lo suyo no es animar. Toñi Cano Frías es la única azafata jiennense del Granada CF. ¿En qué consiste su empleo? Tiene que estar al quite casi de todo y casi de todos: atención al cliente, palcos VIP, control de acreditaciones y catering.
Llegó al empleo casi de casualidad, sin buscarlo. Reconoce que antes de ser azafata no era muy futbolera. “Una amiga me propuso echar el currículo. Lo hicimos y al poco tiempo me llamaron para una entrevista”, recuerda. Vecina de Mures (Alcalá), cursaba entonces estudios en Granada.
El cara a cara en la entrevista fue bien hasta que le pidieron que hablara en inglés. La cosa se trabó un poco, pero nada importante. El teléfono sonó más tarde; el trabajo era suyo. “Y no me lo esperaba”, dice.
EL FÚTBOL DESDE OTRO PUNTO DE VISTA
La perspectiva de la azafata poco tiene que ver con la del aficionado que paga su abono. Se entera de los goles por los gritos. Ella se centra en recibir a la gente y estar a disposición de los VIP si ocurre algún imprevisto. Lo primordial, cuenta, es tener pericia para salir al paso de todo. Su esfuerzo se limita a los días de partido en Los Cármenes. Y parte de ese esfuerzo también es abrir bien las orejas cuando un seguidor anciano le narra historias de ayer y hoy. Cosas del oficio.
ILUSIÓN EN LAS GRADAS
Toñi Cano ha palpado una atmósfera optimista en la afición después del primer partido en casa, ya en Segunda. “El equipo es nuevo y los seguidores están motivados. Claro que podemos subir”, pronostica la mureña, que también se siente muy granadina.
Además, la dirección del club ha apostado por cambios en el estadio, como la mejora del acceso y la puesta de largo de oficinas. ¿Cuánto tiempo durará Toñi Cano como azafata? Van cinco temporadas y caerá algunas más, parece. “Son muchas horas de pie. Lo positivo de este trabajo es que puedo compaginarlo con más cosas”, señala.
Ella ya ha vivido —siempre con su uniforme— el infierno de descender de categoría. Lo ha visto desde la posición de la azafata. La otra mirada del fútbol.
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