EL BACHILLERATO DE LA MASCARILLA MIRA AL FUTURO

Estudiantes de la provincia esperan dar su particular adiós a la mascarilla en las aulas con la realización de la PEvAU, donde han concurrido 3.587 alumnos

Acabó la Prueba de Evaluación para el Acceso y Admisión a la Universidad (PEvAU) para 3.587 alumnos de la provincia. Todos han tenido un común denominador: han vivido durante los dos cursos del Bachillerato la incidencia de la pandemia en las aulas. Son los alumnos de la mascarilla. Ahora les toca mirar al futuro a la espera de la nota que desean y confiar en que el inicio universitario deje atrás progresivamente las medidas del Covid-19. El anuncio reciente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya apunta a la ausencia del tapabocas en las calles a partir del 26 de junio. Una restricción menos a la vista.

Este periódico ha entrevistado a tres alumnos debutantes con la PEvAU antes y después de la gran cita. En el discurso abunda la ilusión por lo que esperan y ninguno tiene la tentación de victimizarse por cuanto les ha tocado vivir en el umbral de unas de las pruebas académicas más importantes de sus vidas. El primer —y quizá algo idealizado— punto de inflexión.

ALEJANDRO RAIGÓN: "LAS MEDIDAS NO ME HAN DESCENTRADO"

Tiene 18 años, se llama Alejandro Raigón Algar (Jaén, 2003) y sueña con ser jefe mecánico de Fórmula 1 después de cursar Ingeniería Mecánica. "Si no puede ser, pues de Fórmula 2", dice en declaraciones a este periódico. El estudiante del IES Fuente de la Peña se ha presentado a la antigua Selectividad con los deberes hechos: 9,75 de nota media en Bachillerato. Ha rozado la matrícula de honor y aunque con un 5 en la PEvAU le bastaba, cuenta que ha ido con todo: "No me he conformado", asegura.

Raigón tiene empatía con quienes han vivido la prueba con la necesidad de alcanzar una nota alta. "Es normal que se comente lo del año pasado: hay más opciones para elegir. Aunque a veces tener más opciones te puede bloquear", señala en alusión a uno de los cambios que motivó el coronavirus en el sistema de evaluación debido a la merma del ritmo lectivo en clase.

El joven dice que el protocolo sanitario está tan normalizado desde 2020 que no ha tenido problemas ni se ha distraído: "Yo he ido a hacer mis exámenes. No me han descentrado las medidas", expresa. Otra cosa es el impacto que tiene, por ejemplo, no ver la cara al compañero habitualmente durante dos cursos. La comunicación, subraya, ha sido más fría. "En los meses más duros del confinamiento del año pasado sí se resintió la calidad educativa. Aunque los profesores hicieron cuanto pudieron", resuelve.

MARÍA AHMED: "ESTE AÑO HEMOS CORRIDO MÁS"

María Ahmed (Jaén, 2003) aun no tiene la mayoría de edad. Ha cursado el Bachillerato Tecnológico y quiere estudiar Ingeniería Informática. Se imagina centrada en el ámbito del software, en la programación y en el diseño de páginas web. "La cursaré en la UJA, porque es de la mejores universidades en Ingeniería Informática", apunta.

La joven hizo los exámenes esta semana con la tranquilidad de un dígito que lo dice todo: 10 de media en Bachillerato. Cuando le digan la nota el 24 de junio, pocas sorpresas espera. Se lo ha ganado. "He salido muy contenta de los exámenes. Estoy muy feliz por terminar y no ha sido tan difícil como lo esperaba", dice. "Nos han preparado tan bien que hemos podido afrontarlo sin problemas", agrega y reconoce que estaba agobiada con Lengua y Literatura y con Historia de España. "Me han salido mejor de lo que yo pensaba", manifiesta.

¿Qué recuerda de 2020, el año del 'apagón' en las aulas por el coronavirus? "Fue muy extraño. Pensábamos que nos íbamos un tiempo y que luego volveríamos. Pero no fue así", recupera. "El ritmo se resintió por más que nos esforzamos con aplicaciones como Google ClassRoom. Y este año, en segundo de Bachillerato, hemos tenido que correr. Ha sido más rápido y más difícil. Los profesores han estado fantásticos", resume. Ella ha asumido el protocolo en las pruebas con familiaridad: mascarilla, distanciamiento y gel. "No me ha preocupado contagiarme. Por suerte no he pasado el virus", dice.

PABLO MARTÍNEZ: "PASÉ EL COVID Y TODO HA IDO BIEN"

Pablo Martínez Romero (Frailes, 2003) se la ha jugado 'en casa', pues ha hecho los exámenes de la PEvAU en su instituto, el IES Alfonso de Acalá la Real, una de las diez sedes habilitadas por la UJA por segundo año consecutivo. El joven quiere estudiar Odontología en Granada y confía en conseguir la nota de corte. En Bachillerato ha logrado un 8,5. "Necesito de media un 8,7. Aunque puede ser que este año bajen la nota de acceso", especula en conversación con este periódico. "Me ha ido bien. Matemáticas Y Química han sido muy complicados, pero el resto ha salido muy bien", celebra.

Si compara los dos cursos de Bachillerato, Pablo Martínez reconoce que 2020 implicó el agobio de las tareas amontonadas en formato telemático. Y 2021 ha estado inicialmente marcado por la semipresencialidad. Además de las complicaciones en las aulas, el frailero se contagió de Covid-19 este año. Lo superó sin mayores problemas: "No me ha afectado en la PEvAU y sabía que iba a ser en las mismas condiciones que estos dos últimos años", analiza. Antes de que cumpla la mayoría de edad el 2 de septiembre, Pablo Martínez sabrá en qué Universidad estudiará Odontología. "Si no puede ser en Granada, iré donde haga falta", asevera.

"Ojalá que los próximos estudiantes de Bachillerato recuperen la normalidad de siempre en clase", señala María Ahmed. El ritmo de vacunación aumenta en Andalucía y en el conjunto del país. Y quienes cumplieron con la PEvAU en la peores circunstancias de la historia moderna no se quejan por la pandemia; saben que ha sido mucho peor para tanta gente que ya no está o no está igual. Los preuniversitarios ya miran hacia el futuro.