La sucursales del Banco de España en la provincia de Jaén
La operativa desarrollada por las sucursales del Banco de España fue crucial para el desarrollo económico y financiero de sus respectivas zonas de influencia durante muchos años; pero, además, destacaron por motivos varios, como los relacionados con las personas con ellas vinculadas o sus edificios, por ser muy representativos en las ciudades donde estuvieron ubicadas. Estas dos últimas cuestiones se esbozan seguidamente en relación con las sucursales de Jaén y de Linares.
Las sucursales del Banco contaban generalmente con un grupo directivo integrado por el director, cajero, interventor y el secretario, completándose la plantilla con oficiales que realizaban las tareas administrativas, ayudantes de caja para el tratamiento del efectivo, cobradores, porteros y ordenanzas que ejercían igualmente funciones de vigilancia.
Al ser una sociedad anónima, en las sucursales se constituyó un Consejo de administración local integrado por el director y administradores accionistas, que, según la importancia de los asuntos, debería celebrar sesión semanalmente o cada quince días. Además de examinar las operaciones de la sucursal, decidir sobre el estado de los fondos o aprobar los presupuestos, sus deliberaciones eran de máxima importancia para la marcha de la dependencia al debatir sobre la operativa que en ella se iba a desarrollar, formar la lista de comerciantes que podían ser admitidos en los descuentos o establecer las cantidades para la concesión de créditos. Para las sucursales tanto en Jaén como en Linares se fijaron cuatro administradores inicialmente.
En relación con los edificios del Banco de España, cabe señalar que la sucursal en Jaén comenzó oficialmente sus operaciones el 16 de julio de 1884 en una casa situada en el número 9 la calle Juego de la Pelota, junto a la plaza de Santa María. En 1950 se inauguró un edificio en Juan Montilla 9, nueva denominación de la calle anterior, que se levantó en varios solares contiguos. Ya en 1957, el arquitecto Romualdo de Madariaga proyectó el que fue el segundo edificio de la Sucursal del Banco. Y en 1988 se produjo el traslado al último edificio en que estuvo ubicada en el paseo de la Estación núm. 57, proyectado por Rafael Moneo. La Sucursal se cerró en 2003, pasando el edificio a ser propiedad del Estado hasta su cesión al Ayuntamiento en 2013.
Respecto a la sucursal de Linares, inicialmente se había ubicado, el 12 de mayo de 1892, en la calle General Echagüe núm. 6 donde estuvo hasta 1904 en que se trasladó a un edificio en propiedad en la calle Castillos núm. 2, con pasaje del Comercio núm. 18, y que fue adaptado por el arquitecto José de Astiz. Posteriormente, en 1956, el anteriormente citado arquitecto Romualdo de Madariaga proyectó el que sería el último edificio de la sucursal de Linares, que en la actualidad está destinado a la Biblioteca Municipal en la Corredera de San Marcos, una de las calles más emblemáticas de Linares y que ha recuperado su nombre original que había sido ocupado por el de José Antonio en la etapa franquista.
La evolución del sistema financiero impulsó la apertura de las sucursales del Banco de España, como la de Jaén y Linares en el siglo XIX. Sin embargo, su evolución propició igualmente su cierre, con un paralelismo similar a lo que está sucediendo con las oficinas de la banca privada. Un Banco de España como la primera entidad del país favoreció el desarrollo monetario y financiero en todo el territorio nacional a través de sus sucursales, al tener éstas las cuentas de los principales agentes económicos de sus respectivas zonas hasta la Guerra Civil. Después de la contienda, el Banco actuó a través de la banca privada y posteriormente en 1962, tras su nacionalización, cesaron las operaciones con los particulares.
La posterior reestructuración del sistema financiero spañol en 1971, con nuevas competencias supervisoras para el Banco de España, afectó indirectamente al régimen de sus sucursales, que desembocó en el cierre de todas aquellas que no estaban ubicadas en capitales de provincia al ser deficitarias y no desempeñar el servicio de Tesorería del Estado, afectando a la de Linares que fue cerrada en 1978. Por último, tras la entrada de España en el Eurosistema, el Banco de España continuó cerrando sucursales, entre ellas la de Jaén en 2003, hasta mantener tan solo quince oficinas en todo el territorio nacional que coinciden con sus centros de tratamiento de billetes, permaneciendo operativas en Andalucía únicamente las sucursales de Sevilla y Málaga.
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