Estudiantes tosirianos apoyan el reto de La Gran Bellotada Ibérica
Medio Ambiente enmarca la actividad estudiantil dentro de la iniciativa de ámbito nacional La Gran Bellotada Ibérica, ideada para frenar la desertificación y regenerar espacios verdes
Más de un centenar de alumnos y alumnas de primero de la ESO y FP Básica de los IES Santo Reino y Acebuche han participado en la siembra de bellotas en el Parque de Las Quebradas dentro de la iniciativa de ámbito nacional La Gran Bellotada Ibérica, cuyo objetivo es frenar la desertificación en la península. El reto ya ha superado el millón de bellotas sembradas.
Bajo las indicaciones del Servicio Municipal de Jardinería, alumnos tosirianos han aprendido una lección que continuará y de forma pr´tica. Además de profesorado de ambos centros, han asistido al acto el concejal de Medio Ambiente, José Contreras, y el biólogo y coordinador del proyecto Olivares Vivos, José Eugenio Gutiérrez. La iniciativa apuesta por el cultivo del olivar al tiempo que es respetuoso con el mediaombiente.
De acuerdo con los datos municipales, el alumando ha sembrado unas 300 bellotas facilitadas por el IES Santo Reino, impulsor de la actividad junto al Consistorio tosiriano, que se han complementado con la plantación de algarrobos, cornicabras y aladiernos facilitados por el IES Acebuche.
“Estamos muy satisfechos por el desarrollo de esta actividad que en todo el país persigue la siembra de 25 millones de bellotas para frenar la desertificación y regenerar espacios”, valora el el edil. En la misma línea, Contreras ha valorado la implicación de los centros educativos en la actividad. “Permite poner en conocimiento del alumnado la problemática del cambio climático y la importancia de llevar a cabo prácticas que contribuyan al cuidado del entorno y a la regeneración del mismo”.
En Jaén capital, la asocaición GEA ya ha realizado dos acciones para sembrar bellotas. La primera tuvo lugar en el Cerro Almodóvar y la segunda, en la Imora. Los voluntarios de GEA Jaén recogieron, inicialmente, 5.000 bellotas. Entonces, tal y como explicó a este medio Manuel Ruiz, presidente del colectivo, los voluntarios hicieron la prueba de hundir las bellotas en agua para filtrar las que servían: todas las que flotaban fueron descartadas.
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