De la élite del atletismo a disfrutar de la montaña
Blanca Serrano llegó a ser subcampeona del mundo en carreras de montaña; ha regresado al atletismo tras ser madre y ahora busca "tranquilidad y evasión" en el deporte
Volver a la cumbre del éxito ya no es posible para Blanca Serrano (Alcalá la Real, 1976). Dice que no lo necesita; le basta con volver a la montaña, donde fue subcampeona del mundo y campeona de España en atletismo. "Aquello exigía preparación y más práctica. Eran otros tiempos", recuerda en conversación con este periódico.
El paréntesis deportivo de la alcalaína, enóloga de profesión, ha durado siete años. Serrano aparcó las pruebas y los entrenos con el nacimiento de su hijo Daniel. Ahora, el chico ha crecido, la familia ha madurado y ella ha vuelto a salir a correr con el club Sierra Sur de Atletismo, la escisión del club de Hockey de Alcalá, donde se inició. "Yo empecé tarde, más cerca de la treintena que de la veintena", cuenta.
Nadie —ni compañeros del club ni rivales— advirtieron esa demora en una atleta que no tardó en cambiar el asfalto por la montaña, donde hay subidas y bajadas, pero entiende que es "menos agresivo".
Los mejores momentos de Blanca Serrano están inmortalizados en un palmarés que impresiona. Aparte de ser subcampeona de la Copa del mundo de carrera por montaña (2012) y campeona de España (2010), acumula menciones destacables: ganó la Copa de Andalucía de carreras por montaña seis temporadas consecutivas, entre 2007 y 2012. En la pomada defendió los colores de las selecciones andaluza (2008-2013) y española (2010-2012).
Ahora, cuenta, el regreso es sinónimo de "tranquilidad". Ha competido recientemente en la subida a la Tiñosa (Córdoba) y fija los entrenamientos a mediodía, normalmente en la aldea de La Pedriza. "Todo lo que rodea al atletismo de montaña es maravilloso: la naturaleza y el ambiente entre los corredores", evoca.
Serrano dice que ya cumplió los objetivos, pese a que cuando empezó no esperaba los títulos logrados. "La vida sigue, y ahora tengo otros planes. Corro para desconectar, para evadirme", concluye.
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