Os pone burracos

Os ofende la deshonra a un Cristo que no merecéis, os escandaliza que se frivolice con una religión de la que no habéis entendido ni papa, alegáis que tenéis íntimos sentimientos espirituales y lo que tenéis es superstición barata, pueril y patatera, exigís el respeto desde la uña y el vómito y la condena, recurrís a la justicia como quien recurre a una gallarda, confiáis en un Dios que si existiera os mataba a palos, os cuelga el papo del alma, estáis de sentido del humor como de diamantes en el culo, rezáis lo aprendido como bisbiseáis los números que os faltan para cantar línea, confiáis en una vida después de esta porque en esta sois unos cagarrutos y no encontráis la vuelta a atrás, mecéis y trompeteáis la sangre y la tortura de vuestro dios por las calles porque os pone burracos y ansiáis que los demás nos pongamos burracos también, oléis a Franco, os postráis ante la ira, apestáis a culera de viejo, acudís a misas y adoraciones como el amargado a los bares, deseáis que os agradezcamos que no nos matéis como nos matarían los islamistas fanáticos, no sabéis leer, os atribuís el derecho secreto de decidir vosotros mismos quién es hijo de Dios y quién un puto perro por el que no vale la pena respetar los Mandamientos, soñáis con reinar y acaparar en dictadura, os cagáis en la aconfesionalidad del Estado, votáis al PP, os aferráis a unas fes y a unos dogmas sabiendo que son ridículos e inútiles y disparatados y bestiales e imposibles, pero sin los cuales no os fiaríais ni de vosotros mismos, os reís de Echenique, acusáis y juzgáis y condenáis y no perdonáis nunca, os gusta más una mueca que una sonrisa, lleváis siglos siendo una mala enfermedad para el natural progreso de las ideas, un pecado social abominable, y, además, tenéis la piel asalmonada y os sientan muy mal los pantalones vaqueros, os hacen pella, haced el favor de llevarlos a la modista o tiradlos. Eso sí: estáis ganando. No, dejemos el gerundio, que el gerundio es esperanza y para esperanzas no estamos: habéis ganado. A la mierda la esperanza. Menos mal que los de Jaén, por estas fechas y con estos photoshopes, están haciendo el ridículo a nivel mediático, en toíca España, otra vez, y con su decisión judicial puesta en entredicho. Y yo me alegro, porque no creo en nada, soy normal, y me alegran las desgracias ajenas, por insignificantes que sean, como a vosotros.

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