Lo mucho que Jaén 'le debe' a la madrileña calle Ferraz

Obras escultóricas de Jacinto Higueras ubicadas en la capital jiennense nacieron en el estudio que el artista tuvo en esa vía urbana entre 1913 y 1924

Es una de las calles más mediáticas de toda España, a cuenta de que en ella tiene su sede principal el PSOE desde que esta fuerza de izquierdas adquirió el edificio número 70 allá por 1979. Pero nada más lejos de este reportaje que una intención política.

El vínculo entre Ferraz y Jaén capital se sostiene en una relación puramente artística: la que generó, entre 1913 y 1924, el insigne escultor santistebeño Jacinto Higueras Fuentes (1877-1954), que en aquel periodo tuvo su estudio a cuatro pasos de lo que hoy es zona de trajín cotidiano de periodistas, curiosos y políticos. Concretamente en el número 90, unos metros más allá de la casa socialista.

"El estudio es amplio, con excelente luz. En él están revueltos pequeños modelos en yeso, reproducciones en escayola, figuritas en barro, fotografías, dibujos, apuntes, bocetos, esbozos. Allí se encuentran en tablas los bajo relieves que Higueras hace de retratos de personajes de Jaén que ya murieron...", describían las páginas del periódico jaenés La Regeneración, según recoge Ana Higueras en su amplia y detallada monografía dedicada al escultor de Santisteban del Puerto. 

Pero, ¿qué obras salieron de aquel taller madrileño camino de las calles o de instituciones de la ciudad de la capital del Santo Reino? 

Siguiendo el catálogo de la nieta del escultor (publicado en 2022), la primera pieza nacida en Ferraz, 90 que a día de hoy se puede admirar en la ciudad del Santo Rostro es el busto (en bronce) de José del Prado y Palacio que se conserva en el museo del Paseo de la Estación. 

También de 1914 es el boceto del que luego sería monumento a Antonio Almendros Aguilar (que culminaría su hijo Jacinto décadas después y que preside, ya en bronce, la Plaza de San Juan). 

Otro hito monumental de aquí, la estatua de Bernabé Soriano, vio la luz primera, igualmente, en ese estudio madrileño del distrito de Argüelles; el mismo que desde 1915 puebla la Plaza de las Palmeras tras su exilio (todavía inexplicable) al paseo de la Alameda. 

Hablando de ilustres..., el cronista Alfredo Cazabán, a quien Higueras Fuentes retrató en bronce aquel año del nevazo de Jaén; de esta obra existen varias copias en el Museo de Jaén, así como en la sede del Instituto de Estudios Giennenses. 

Desubicado en dependencias municipales se halla el busto de Manuel Ruiz Córdoba, que fuera alcalde de la ciudad en 1915 y que le fue obsequiado por los empleados del Ayuntamiento. Y en aquel estudio recibieron el primer golpe de gubia sendas esculturas de San Juan de Dios: la sobrecogedora que se halla en la primera planta del museo jaenero (en nogal, policromada) y la que impresiona en su actual ubicación del antiguo Hospital de San Juan de Dios, en la misma madera y sin color alguno sobre su piel de madera. 

De Higueras Fuentes (y de su taller de Ferraz) son también la placa de la casa natal de Bernardo López, en la calle Maestra, y la de la calle Millán de Priego, de la que solo se conserva una (¡ciento tres años lleva ahí, que se dice pronto!).

Un auténtico tesoro artístico del que Jaén puede presumir bajo techo o a cielo raso, venido desde la calle Ferraz de Madrid (esa tan mediática) hasta el mapa urbano de la Ciudad del Lagarto.