Una calle para Virtudes Segovia, la 'Lola Torres' de Cazorla

Amplio respaldo a la propuesta de un grupo de Facebook para dedicar una vía urbana del municipio a la profesora de baile y folclorista recientemente fallecida
"Quienes suscriben esta propuesta, vecinos y vecinas de Cazorla, desean trasladar al Ayuntamiento su petición para que se preserve y honre la memoria de Doña Virtudes Segovia, profesora de baile y figura clave en la difusión y conservación del patrimonio cultural y folklórico de nuestra localidad. Virtudes Segovia desarrolló una intensa labor docente y artística en la Escuela Municipal de Baile de Cazorla desde el año 1993 hasta 2003, formando a varias generaciones de cazorleños y cazorleñas en distintos estilos de danza. Su enseñanza fue mucho más que técnica: transmitió valores de identidad, compañerismo y amor por nuestras raíces serranas".
Así comienza la solicitud que quienes conforman el grupo de Facebook 'Soy de Cazorla' dirigen al "Ilmo. Sr. Alcalde-Presidente" del pueblo, con el objetivo de rendir tributo urbano a una mujer cuya existencia giró en torno a la cultura de su patria chica, de la que fue además una auténtica embajadora, principalmente en tierras alemanas, donde residía desde hacía un cuarto de siglo y donde, recientemente, partió "hacia otra luz más alta", como diría Machado: "En cazorla ha dejado mucha huella, si no hubiera sido por ella se hubieran perdido esos bailes antiguos", añade José Antonio García Franco, promotor de la petición.
La respuesta de la gente no se ha hecho esperar y, a estas alturas, muy pocos días después de la publicación, ya son varios centenares de personas las que secundan la solicitud. "Ahora falta que se pronuncie el Ayuntamiento", advierte José Antonio García Franco.
CAZORLA EN EL CORAZÓN
"Era una embajadora de su pueblo, llevaba a Cazorla por bandera. Los últimos días nos mandaba fotos en las que llevaba puesta una camiseta de Cazorla". Así la evoca Carolina Aybar Segovia, sobrina materna de Virtudes Segovia Fernández, y apostilla: "Ha sido muy querida aquí".
Nacida en 1966, la profesora de baile, folclorista y creadora y directora de la Escuela Municipal de Danza fue, toda su vida, una enamorada de su pueblo, de sus cosas, de sus costumbres, de su idiosincrasia: "A ella siempre le gustaron la cultura serrana, las tradiciones y los bailes", comenta Aybar.
Hondamente interesada en la recuperación del patrimonio popular, dedicó años a escrutar la intrahistoria local en busca de piezas perdidas o en desuso, una labor que tuvo como fruto la resurrección de valiosos ejemplos del folclore serreño. No en vano, si la muerte no se hubiese cruzado en su camino de forma tan inesperada y pronta, el legado de Virtudes Segovia hubiera sido mucho mayor, como afirma su sobrina:
"Estaba escribendo un libro recopilando todas la tradición del folclore de Cazorla, los refajos, instrumentos, canciones, pasos de baile...". Vamos, que se la puede tener, sin temor a equivocarse, como a una verdadera 'Lola Torres" del siglo XXI y de la sierra.
Y es que la huella de la folclorista jiennense, autora del Cancionero de Jaén y que da nombre a la conocida asociación de coros y danzas de la provincia, "marcó un punto muy importante" en la existencia de Segovia, quien no dudó en salir de su municipio natal para formarse y, de esa forma, poder dar lo mejor de sí misma en eso de lo que el mismísimo Nietzche llegó a escribir: "Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez".
¡Hasta a la propia Alemania del filósofo germano, donde la cazorleña recaló por amor, al contraer matrimonio con Matías, a quien conoció también de la mano de las danzas populares: "Hace veinticinco años vino un grupo de alemanes que buscaban dar clases de folclore en aquella época; así se conocieron, viajaron a Alemania varias veces y, al final, se quedaron allí", aclara Carolina Aybar Segovia.
Pero el corazón (como cantaba Luis Aguilé con Cuba en los labios) no lo tenía allí, seguía latiendo en su pueblo, por su pueblo: "Ha hecho un montón de festivales y actuaciones altruistas", asegura su sobrina, con la emoción patente en sus palabras.
Al final, incluso ese corazón se ha quedado en Alemania, en el Leipzig de Juan Sebastian Bach, donde sus restos reposan, pero la memoria de esta referente del baile serreño es tan larga como la sombra del ciprés de Delibes, y no será por sus vecinos que no tenga la calle que creen que merece, como pocas.
"En febrero la visité, recién operada del tumor, y como mis abuelos tienen una casa con una especie de bodega abajo, hablamos de poner en marcha un museo de interpretación del folclore cazorleño: ella quería donar allí sus ropas y todo lo que tenía, dar variedad al pueblo con esa nueva oferta cultural". No ha podido ser, ¡pero de ahí a que su nombre no campee en el mapa urbano de su tierra va un trecho!
"Proponemos al Pleno del Ayuntamiento de Cazorla que se asigne el nombre de Virtudes Segovia a una calle, plaza o espacio público de nuestro municipio, como reconocimiento a su legado artístico, humano y educativo. Estamos convencidos de que este gesto no solo perpetuará su recuerdo, sino que servirá de inspiración a las generaciones futuras que continúan aprendiendo y transmitiendo nuestra cultura popular", concluye la petición del grupo de Facebook. ¿Lo conseguirán...?

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