Un rincón 'eucarístico': el callejón de la Custodia
Según la tradición, Juan Ruiz 'el Vandalino' labró la antigua y valiosísima pieza de orfebrería para el Corpus Christi de la capital en una casa de Merced Alta
En el día del Corpus Christi, Lacontradejaén detiene su constante y curioso paseo por la ciudad y la provincia en un rincón de la capital del mar de olivos, en pleno barrio de la Merced, cuyo nombre, ya de por sí, remite de manera ineludible a la celebración del Día del Señor: el callejón de la Custodia.
Sin duda el más eucarístico de los espacios urbanos jaeneros a cuenta de esa denominación oficiosa, popular, con la que quienes peinan canas siguen nombrando a la actual Merced Alta sin salida, a cuatro pasos de la iglesia mercedaria.
Y es que, según la tradición, en estas lindes con los huertos del antiguo convento fue donde el Cabildo catedralicio procuró vivienda y taller al autor de la custodia que entre comienzos de la década de los 40 del siglo XVI y 1936 disfrutaron los giennenses.
Una soberbia pieza para la que se utilizaron alrededor de 100 kilos de plata y que, según escribió Fernando Ruano Prieto (Arjona, 1876-1964) en las páginas de Don Lope de Sosa allá por 1913, resultó ser finalmente "la mejor y más acaba obra salida de las manos" de Juan Ruiz, 'el Vandalino', discípulo del gran Arfe y orfebre, él mismo, de celebrada fama.
Por aquellas fechas lo que hoy es, popularmente, era una suerte de callejuela "más larga y proporcionada", según aclara Manuel López Pérez (Jaén, 1946-2016) en su libro El viejo Jaén, que si bien jamás ha presumido en su rótulo del mérito de haber acogido en su seno al famoso Vandalino, todavía muchos indican (acaso sin conocer el origen de dicha denominación) como el callejón de la Custodia.
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