El símbolo de la decadencia económica retorna a la ciudad
El Ayuntamiento de Jaén recupera el terreno y el edificio de la extinta Cámara de Comercio para fomento de la actividad empresarial
Son más de 3.000 metros cuadrados de terreno sobre los que se levanta un edificio que ocupa unos 2.000 metros cuadrados con tres plantas (semisótano, baja y primera). Más que un inmueble, es el símbolo de la decadencia económica que asola la ciudad y una de las pocas capitales de provincia sin una Cámara de Comercio. Hasta el Defensor del Pueblo Andaluz se dio por vencido en el resurgir de la entidad cameral y son las entidades de Andújar y Linares las que prestan servicio a los empresarios de Jaén.
El edificio ubicado en la Carretera de Madrid, vacío desde hace años, es el símbolo de esa decadencia. Un inmueble que ahora se recupera para la ciudad precisamente para dar impuslo empresarial. El alcalde de Jaén, Julio Millán, ha sido el encargado de anunciar que el Ayuntamiento ha recuperado el edificio y el terreno.
De esta manera, el Consejo de la Gerencia de Urbanismo ha dado el paso definitivo para la reversión a la ciudad de estos terrenos libres de cargas y gravámenes y, por añadido, del edificio construido sobre ellos al cesar la actividad de la Cámara de Comercio. Se recupera, así, un espacio que en su día se cedió gratuitamente con la condición de que estuviera destinado a este fin.
"Ha sido un trabajo de casi dos años de las concejalías de Patrimonio y Urbanismo para hacer posible la reversión a la ciudad de una infraestructura que es muy importante", señala Millán. Ya se ha establecido un itinerario de colaboración entre administraciones e instituciones para generar sinergias también con la iniciativa privada “del que hay valiosos referentes en esta ciudad que ya nos han brindado su colaboración para poner en funcionamiento este edificio como elemento dinamizador y de apoyo de la actividad empresarial que tanto necesita nuestra ciudad”, explica.
CRONOLOGÍA
Los problemas de la Cámara de Comercio comerzaron en el año 2010 cuando se aprobó un Real Decreto que determinaba que las cámaras de comercio dejaban de contar con su fuente de financiación principal, el recurso cameral permanente por el que las empresas pagaban obligatoriamente una cuota a todas las entidades de España. El Gobierno ofreció dos años de carencia para que las cámaras se adaptarán a partir del 2012 para poder seguir desarrollando su actividad. Todas las de España modificaron su estrategia de expansión con una política de restricción y repliegue reduciendo personal. La de Jaén apostó por sus 50 empleados lo que, al final, se convirtió en un cuello de botella que le llevó a no poder pagar los proyectos cofinanciados, proveedores, nóminas, etcétera. Comenzaron los problemas con Hacienda y la Seguridad Social y la Cámara entró en un "colapso".
Los integrantes de los órganos de gobierno dimitieron el 26 de octubre de 2016. Fue entonces cuando se procedió a la suspensión de los órganos de gobierno por parte de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, por Orden de 16 de diciembre de 2016, y a la creación de una Comisión Provisional de Gobierno. Durante meses, los empleados denunciaron que enviaron varios escritos a la Administración tutelante solicitando instrucciones para el funcionamiento en dicha situación. Pidieron mantener reuniones para poder aclarar la situación de la plantilla que, según afirman los interesados, no obtuvieron respuesta. A día de hoy, siguen en un limbo.
El 28 de diciembre de 2016 se procedió a constituir la Comisión Provisional de Gobierno. Se aprobó por unanimidad acuerdos de actuaciones que permitan determinar la situación económica, financiera, jurídica y patrimonial de la Cámara en aquel momento. La Comisión Gestora que se hizo cargo del gobierno de la Cámara se constituyó el día 17 de julio de 2017. En enero de 2020 se certificó la disolución de la entidad.
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COMENTARIOS
Javier Abril 27, 2021
Lo referido no es del todo cierto. Gran parte de la culpa de la deriva de la Cámara lo tuvo la Junta de Andalucía, por entonces en manos del Psoe, y la nueva presidencia, en manos de Luis Carlos García. Los primeros se desentendieron, y Luis Carlos fue un desastre en su gestión, utilizando la entidad para su propios intereses comerciales
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