Pasos firmes para que la patrona de Baños vuelva a su santuario

La primera fase de restauración del camarín de la Virgen de la Encina suma un nuevo logro al sueño bañusco de venerarla en su cuatro veces centenaria ermita

Alrededor de medio siglo lleva la Virgen de la Encina, patrona de los bañuscos, fuera de su templo, de su santuario, de su ermita cuatro veces centenaria, donde la gente de Baños se muere por volver a venerarla, a rezarle, a encontrarse con ella.

En eso está su cofradía, que es también la del patrón, Nuestro Padre Jesús del Llano, empeñada, con paso firme y poco a poco, en que el sueño se cumpla. 

"Allí es donde ha estado toda la vida, donde se apareció hace ochocientos años", sentencia el presidente de la hermandad, Salvador León. Ocho siglos, ¡casi nada!

Como aclara el responsable del colectivo que encauza la devoción hacia los patronos del municipio, la marcha de la última familia de santeros que cuidaba del santuario provocó el cierre del edificio y, consecuentemente, el abandono paulatino de un recinto que, ahora, requiere un esfuerzo titánico para volver a ser lo que fue.

Pero se lo han propuesto y ya se sabe: "El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras". Lo dice un proverbio chino, y esos, de constancia y de paciencia, saben lo suyo.

Según León, ya el año pasado "se hicieron muchas cosas": "Nos gastamos allí en torno a cincuenta o sesenta mil euros en restauraciones", explica. Esta misma semana han presentado los resultados de la primera fase de la restauración del precioso camarín barroco que albergó (y albergará en el futuro) a la patrona; unos trabajos a cargo de la restauradora jiennense Isabel Alba que han contado con el apoyo financiero de la Fundación Caja Rural y el esfuerzo de la propia hermandad:

"La parroquia hace aportaciones y también la cofradía, tenemos donaciones particulares...", dice Salvador León. Y todo en este 2020 del coronavirus, que ha mermado las arcas del colectivo considerablemente: "Este año ha sido muy malo, un año sin romería, que es cuando más cosas vendemos", lamenta. 

A la espera de que la fundación que preside Luis Jesús García-Lomas les conceda subvención para completar la rehabilitación del camarín, León se muestra satisfecho del remozado aspecto que presenta el coqueto espacio destinado a la veneración de la Virgen, "una joya magnífica", aplaude Antonio de las Heras, alcalde de Baños de la Encina.

Una vez concluido el camarín, tocará continuar con el resto del templo, pensar en alguien que esté dispuesto a vivir en el recinto a la manera de los antiguos santeros, volver a concederle a la ermita el esplendor del que gozó hasta cincuenta años antes. No se ponen plazos, pero lo tienen claro: "Cuanto antes, mejor".