Dibujos y mensajes para acortar la distancia con los abuelos
La Escuela Infantil Cronista Vicente Oya de Cambil anima a los niños a enviar mensajes originales para contarles a los yayos cuánto los echan de menos
"¿Les decimos a nuestros abuelos y abuelas cuánto los echamos de menos? Coge un papel, lápiz, colores, pinturas, pegatinas, mucho amor y… ¡deja volar tu imaginación!". Es el mensaje con el que la Escuela Infantil Cronista Vicente Oya de Cambil anima a los niños del municipio a enviarles a los yayos palabras de cariño, aderezadas con lo que su imaginación les suministre.
La idea persigue aliviar las horas de confinamiento de los peques con un objetivo de lo más entrañable: manifestarles a quienes tanto echan de menos cuánto los quieren: "Se trata de una actividad motivadora, para que puedan participar ahora que estamos tanto tiempo en casa con algo diferente a los deberes", aclara María Jesús López Muñoz, directora del centro. "Quien no tenga abuelo ni abuela, siempre tenemos alguna persona muy especial a quien decirle que la echamos de menos", añaden desde la organización. Quien no lo haga, es porque no quiere.
"Con la ayuda de los papás, los niños y niñas más mayores pueden escribir una carta y los más peques pueden hacer un bonito dibujo y unas cariñosas palabras, en su idioma, transmitiendo todos sus sentimientos", especifican desde la escuela infantil, de forma que la convocatoria está abierta no solo a los usuarios de las instalaciones, sino al resto de menores cambileños. Y mucho más allá... "Pueden participar los del pueblo y también los de fuera, de hecho ya hemos recibido algunos dibujos de niños que no son de Cambil", asegura López. El envío debe hacerse al número de wasap 660329237.
Cierto que, en la actualidad, las nuevas tecnologías forman parte también de la cotidianidad de muchos mayores, que pueden intercomunicarse con sus nietos de su alma a través del móvil, las tabletas y los ordenadores y, así, hacerles más llevadera la distancia, pero el valor de un mensaje escrito de puño y letra por los propios pequeños, junto con su despliegue de creatividad en los dibujos, no tiene parangón.
"¡Estamos deseando recibirlas!". Más de una lágrima de alegría se escapará el día que todo esto termine y los niños puedan entregárselos en persona a los abuelos, esas personas de dulce sombra, como los llamó el poeta Nicolás Guillén: "Será emocionante cuando se den un abrazo después de tantos días; los abuelos pasan mucho tiempo con sus nietos, porque los padres trabajan normalmente, y el cariño de ellos es distinto, así que se echan de menos mutuamente", concluye María Jesús López. A escribir, a dibujar se ha dicho.
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