Cambil rinde culto a su patrón

El municipio celebra hoy la fiesta principal en honor del Santísimo Cristo del Mármol con la misa y el tradicional traslado del lienzo de la ermita a la iglesia

Cambil ha domirdo poco. La madrugada ha sido larga para los vecinos. Toca vigilia en la ermita. Allí se encuentra el lienzo del Santísimo Crísto del Mármol, patrón del municipio. Hoy es el día más importante de unas fiestas llenas de devoción. Los actos religiosos, que comenzaron el pasado miércoles, conviven con las actividades lúdicas y el ambiente festivo de las calles, engalanadas para la celebración. Las bajas temperaturas, que empezaron a arreciar al ponerse el sol, no son óbice para que los cambileños veneren a su patrón. Las fiestas propiamente dichas comenzaron ayer -sábado-, con el trasado en procesión de la santa imagen hasta su ermita, ubicada en la calle Real, donde es velado toda la noche del mismo modo que lo fuera hace varios siglos.

Hoy, domingo, la imagen retornará a la parroquia, donde, en una solemne misa (12:30 horas), oficiada por Víctor Hugo Mendes, acompañado de Carlos Moreno, capellán de la cofradía, el alcalde, Miguel Ángel García Martos, renovará el voto y realizará la ofrenda al Santo Patrón. Posteriormente, se entregará la bandera de la cofradía a la nueva Hermana Mayor, María José García García, para el ejercicio de 18/19. Este acto, el principal de la fiesta, pone punto final a los eventos religiosos, pero no al ambiente festivo, que se vive hasta últimas horas del domingo.

HITORIA DE UNA DEVOCIÓN

La devoción de los cambileños al Cristo del Mármol data del siglo XVII cuando, según se cuenta, un día de San Matías llegó a Cambil un arriero que transportaba a lomos de una caballería un cuadro en cuyo lienzo aparecía pintada la imagen de un Cristo Crucificado que llevaba a la pedanía de El Mármol, próxima a Rus. El lienzo fue devotamente velado durante toda la noche por las piadosas gentes de Cambil, y al ser de día y disponerse el arriero a subir el cuadro al jumento para seguir su camino, le fue del todo imposible por lo mucho que pesaba, hasta tal punto de que el animal murió súbitamente. Aquel hecho fue interpretado como una señal de que aquel Santo Cristo que era llevado a El Mármol no quería abandonar Cambil, quedándose desde entonces en esta villa de la comarca de Sierra Mágina y siendo venerado como su santo patrón.