La Virgen de la Capilla 'desciende' a La Carrera cada mediodía
La familia Lendínez Cobo venera con música y rezos a la patrona de Jaén desde su balcón de la calle Bernabé Soriano desde que comenzó el confinamiento
Ni la declaración que hicieron los testigos del Descenso de la Virgen de la Capilla a Jaén en 1430 ante el provisor Villalpando ni la tradición popular incluyen La Carrera dentro del itinerario de la celestial procesión de la patrona jiennense, pero a ver quién le discute al paisaje al que da nombre oficial el médico don Bernabé Soriano su carácter de vía urbana cofrade por excelencia de aquí.
Raro es el piso en el que no han vivido, o viven ahora mismo, familias ligadas a través de los años (y hasta de los siglos) a las devociones locales, cuyos apellidos enseñorean como invisibles escudos de armas el aire aristocrático de la calle dedicada, paradójicamente, al padre de los pobres desde 1898. En uno de esos balcones, cada mediodía, se hacen realidad los hermosos versos de La Reina, el poema de Neruda:
"Pero tú eres la Reina (...)
Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo".
Sí, a eso de las doce, desde que comenzó el confinamiento, el hogar de los Lendínez Cobo responde a la voz de la vieja torre de San Ildefonso y no hay día que en La Carrera no se rece el ángelus: "Tenemos un altavoz grande, potente. La parte bonita de la situación que estamos pasando es que hemos hecho una convivencia entre vecinos que es más de otros tiempos que de ahora, cuando vamos todos tan deprisa. Hemos hecho una piña", asegura Antonio Lendínez, uno de los hijos del matrimonio. Según el joven arquitecto, "la idea surgió hablando con los vecinos de al lado, compañeros de colegio, los hermanos Zaldúa. Al final se ha convertido en que por la mañana todo es más solemne y por la tarde, más desenfadado".
Sí, la franja vespertina también se vive en Bernabé Soriano con ganas, entre los sones de Resistiré o al ritmo del hit de más rabiosa actualidad en los grupos de wasap, pero lo de mediodía es otra cosa, vaya que sí. La cercanía de esta calle con la basílica donde recibe culto la preciosa imagen de la Virgen vincula a los vecinos a esta devoción desde antiguo, y no hay más que visionar el vídeo que encabeza este texto para advertir cuánto y cómo celebran los residentes la iniciativa de los Lendínez Cobo:
"A las doce salimos y escuchamos el ángelus, cuando suenan todas las campanas. Después ponen la canción Cerca de ti, Señor; luego, la alabanza a la Virgen de la Capilla y para terminar, el Himno de España", aclara María del Carmen Colmenero, secretaria de la cofradía patronal, que desde el balcón de su bloque "disfruta", literalmente, de la cita diaria con la Señora."Es muy bonito, precioso, entre un silencio sepulcral, y después la gente aplaude muchísimo; por la noche salimos también a aplaudir a las ocho y el Resistiré, pero la mañana es para la Virgen, y confieso que me gusta mucho más el homenaje de la mañana que el de la tarde", sentencia Colmenero.
No en vano y quizá sin pretenderlo, los Lendínez Cobo, además de aliviar las horas de confinamiento de mucha gente, han recuperado para los oídos de Jaén un canto que desde finales de los 60 del pasado siglo sonaba en el reloj de la iglesia "a las doce de la mañana y a las siete de la tarde" (detalla José María Francés, otro de esos cofrades históricos de la Virgen y habitante de La Carrera) y que, pasadas algunas décadas, dejó de oírse y hundió su encanto en el fragor de los cláxones.
Se trata de la alabanza o jaculatoria a Nuestra Señora de la Capilla, que el recordado canónigo y capellán de la patrona Manuel Maroto Castro se esforzó en instaurar como singularísimo sonido del carrillón, según indica el no menos mariano sacerdote Andrés Molina Prieto en uno de sus estudios histórico-teológicos sobre el Descenso.
"Todos los días me despertaba ese reloj a las ocho de la mañana, para ir al colegio, pero molestaría a la gente y lo quitaron. Yo he vivido toda la vida en la Plaza de la Constitución y lo he oído siempre", evoca la secretaria de la cofradía. "Me acuerdo de estar en casa de mi abuela y escucharlo; hará unos veinte años ya que no se escucha", apunta Antonio Lendínez.
El canto reza: "Bendita sea la hora en que María Santísima descendió del cielo a la ciudad de Jaén para socorrer a nuestros mayores. Virgen Santísima de la Capilla, ¡rogad por nosotros! Pues eso...
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