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La investigación que descubre dos especies de caracoles en Jaén

Por Fran Cano - Enero 20, 2025
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La investigación que descubre dos especies de caracoles en Jaén
Antonio Ramón Tudela, Pedro Antonio Jódar y José Liétor. Al fondo, Tajo del Molino, Teba (Málaga).

Los naturalistas José Liétor, Antonio Ramón Tudela y Pedro Antonio Jódar comparten en internet el libro Redescubriendo el género iberus

Hallazgo con sello jiennense. Dos nuevas especies de caracoles han sido descubiertas en la provincia gracias al trabajo de tres naturalistas de Jaén. José Liétor, Antonio Ramón Tudela y Pedro Antonio Jódar comparten una investigación de más de una década en el libro Redescubriendo el género iberus, un proyecto de ciencia ciudadana, disponible gratis en el siguiente enlace.

Las dos especies de Jaén son el iberus giennensis y el iberus sumuntanus. "El primero es una especie casi endémica de la Sierra Sur", indica Liétor en declaraciones a este periódico. Tienen dos centímetros y están también cerca del límite con la provincia de Granada, pero son fundamentalmente del sur de Jaén.

El sumuntanus pasa de los tres centímetros y está en Pegalajar. "Es globoso, se puede confundir con los serranos y sólo lo encontramos en algunos montes de Pegalajar", detalla.

En el libro están analizadas diez nuevas especies, entre ellas las dos que son de la provincia. "Los últimos cuatro años de trabajo han sido intensos. Hablamos de un proyecto sin precedentes en España y en Europa, que supone una investigación ciudadana a la vieja usanza", señala acerca de una iniciativa que ha involucrado a una decena de personas de diferentes municipios de Andalucía.

PRESENTACIÓN CON EL APOYO DEL IEG

La obra, que tiene vocación interactiva, será presentada el 20 de febrero en el Antiguo Hospital San Juan de Dios, a partir de las 18:00 horas, bajo el respaldo del Instituto de Estudios Giennenses. "No hemos tenido financiación, estamos desligados del mundo académico y aún falta el interés de las administraciones públicas", señala Liétor.

El biólogo es un enamorado de los caracoles desde niño. Fue a comienzos de los año 90 cuando su pasión creció aún más a partir del 'caracol chapa', que prosperó en el Castillo de Santa Catalina. "Después me pasé a los terrestres y descubrí muchas más variedades", sentencia.

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