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 "Se me saltaron las lágrimas cuando escuché el himno de España en Corea del Sur"

"Se me saltaron las lágrimas cuando escuché el himno de España en Corea del Sur"

Por Fran Cano - Junio 15, 2025
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Carlos Linares (Jaén, 1982) ha tocado la gloria en la Copa del Mundo de Changwon (Corea del Sur), donde logró la medalla de oro en pistola libre de 50 metros. Es el título más importante de su carrera, justo la primera vez que ha participa en un torneo internacional de estas características. Consumada la vuelta a casa, todo es felicidad para el jiennense, un hombre que recordará mientras la salud lo permita el momento tan especial que sintió a miles de kilómetros de Jaén.

La vida de Linares cambió cuando sufrió un accidente con 25 años. Todavía recuerda el podenco que se le cruzó, y lo hace sin asomo de rabia o dolor. Desde entonces no ha hecho más que tirar hacia adelante. Fundó en Jaén la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas (Aspaym), y ya piensa en cómo seguir ayudando a la gente. También apela a las instituciones para hacer ciudades más inclusivas. Y en lo personal, siendo tan competitivo, se frota las manos con los próximos Juegos Olímpicos. El deportista atiende a este medio en la Plaza Deán Mazas de la capital.

—¿Qué se siente al ser el número uno en un torneo mundial?

—Todavía me cuesta asimilarlo, porque acabo de aterrizar. La verdad es que es una sensación increíble. Lo que más me marcó en Corea del Sur fue escuchar el himno de España fuera de mí país. Se me saltaron las lágrimas, la emoción es como que te inunda. La medalla esta ahí, pero la sensación de escuchar el himno de España y sentirse campeón del mundo y ver cómo levantan la bandera es para vivirla. Se te ponen los pelos de punta.

—¿Cómo vivió la competición?

—Nunca había estado en Asia. Lo más lejos que había ido fue a Alemania en el año 2022. La sensación es distinta. Competir en España implica estar entre amigos y gente conocida. Si fallas, no pasa nada. Allí sabes que si fallas un tiro, como me pasó en una de las modalidades, ya sabes que estás fuera de la competición. Los nervios se notaban bastante más fuera.

—Y más allá de los resultados, ¿en qué modalidad se sintió más cómodo?

—En pistola libre. Y lo curioso es que la modalidad que tenía más preparada era pistola aire. En clasificación terminé segundo, a un punto del primero. Pero como ya había quedado sexto el día anterior, yo ya me sentía feliz. En pistola libre entré más relajado, más calmado. Me sentí con los deberes hechos y lo viví con más tranquilidad. De hecho, el jefe de equipo me echó una bronca cuando acabó la competición.

—¿Por qué?

—Porque en una serie hice 83 puntos y perdí 17. Me dijo que cómo podía hacer series de 91 ó 92 y otras de 83, que eso no podíamos permitírnoslo. Yo pensé: "Sí, cuéntame lo que quieras, pero he entrado en la final". Y, como le decía, en la final de pistola libre estuve muy tranquilo. Tuve una conversación con Juan Antonio Saavedra, el mejor tirador que tenemos en España y ganador de tres medallas. Le confesé que me influían los nervios. Y me dijo: "¿Tú te crees que yo no tengo nervios? Los tengo, pero me he acostumbrado a tirar con ellos". Esas palabras me resonaron en la cabeza en la final de pistola libre. Pensé en un ruso que había sido medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París. Todos tenemos nervios, y firmé una final soñada. Le saqué cuatro puntos al segundo. Es una barbaridad.

—Cuando le pregunté cómo le iba, y ya había quedado sexto en la categoría de pistola de aire en diez metros, me dijo que estaba disfrutando. ¿Fue así todo el torneo?

—Sí, sí, sí. Dentro de la competición, tienes esa incertidumbre que cuento, pero lo disfrutas mucho, porque los 80 tiradores de cada modalidad son los mejores del mundo. Es de verdad una competición para saber si uno vale o no. Fue genial.

—¿Qué le ha llamado más la atención en términos organizativos?

—Tengo varios vídeos grabados que aun debo montar para publicarlos. La organización es increíble. Recuerdo que le comenté al jefe de equipo mis inquietudes por lo que nos íbamos a encontrar. Él me contestó: "Si te tienes que preocupar por algo, será en otro país. Los asiáticos son espectaculares organizando eventos". Y así fue. En cada esquina del campo de tiro había tres voluntarios esperando por si necesitabas ayuda para subir una cuesta o con las maletas. Controlaban todos los detalles. Y le hablo de gente ya de edad a partir de los 50. Me sorprendió la cantidad de voluntarios que había, siempre con una sonrisa y pendiente de ti. Fue lo más espectacular del torneo.

—Intuyo la respuesta, pero ¿con qué se queda del campeonato?

—Con el momento del himno de España, con vivirlo fuera de tu país. Además, yo no me enteré. Se ve en el vídeo que he publicado en redes. Aparezco mirando de frente y de pronto veo que el polaco y el coreano que están a mi lado se dan la vuelta y suena el himno de España. Entonces me giro y me pongo enfrente de las banderas. Me quedo con eso. Cuando veía los triunfos de Nadal, Alcaraz o de la selección española de fútbol siempre pensé en si yo viviría algo parecido. Llegó ese día y la sensación es maravillosa.

"EL CB JAÉN ME ENSEÑÓ LOS VALORES DEL DEPORTE"

—¿Qué significa el deporte para Carlos Linares?

—Todo. Llevo practicando deporte desde pequeño. Me he criado en el CB Jaén toda mi vida, son los que me han enseñado los valores del deporte. He practicado fútbol siete, futsal, fútbol once... de todo. Cuando sufrí el accidente pensé que se había acabado y para nada. En el hospital de Toledo me enseñaron que el deporte es esencial para las personas con discapacidad. Además, allí practiqué tenis de mesa y baloncesto. Al regresar a Jaén quise montar mi propio equipo de baloncesto en silla. Pero económicamente exige un gran desembolso porque necesitas diez sillas adaptadas. Hablamos de 40.000 euros en total. No pudo ser y desistí.

Yo soy muy competitivo, incluso en los videojuegos. Empecé con el pádel y compré mi silla. Comencé a jugar en la Escuela Solidaria de Pádel, necesitaba una pareja y en ese momento no di con nadie que quisiera gastarse 4.000 ó 5.000 euros en una silla para competir. Probé también el tenis de mesa con el Hujase Jaén, pero no me terminó de convencer. Como era el presidente de la Federación del Deporte para Todos y Todas de Jaén, Onda Cero organizó en 2019 la primera jornada de deporte inclusivo y ahí conocí a Miguel Navío, que ha sido mi entrenador durante cuatro años. Él me habló de que se iba hacer una jornada de puertas abiertas en la galería de tiro y me animó a probar. Me gustó y empecé a entrenar en diciembre de 2019. Llegó la pandemia y se cortó todo. Pasado el confinamiento retomé los entrenamientos y en 2022 empecé a competir.

Hasta la pandemia la pistola deportiva no le llamó nunca la atención.

—No, no había cogido una pistola en la vida. Más allá de lo típico de tirar con las escopetas de plomo en las ferias. Poco más. Y en cuanto lo probé, Navío me dijo que podía llegar lejos con este deporte. Se prestó a entrenarme, me ha enseñado toda la técnica que ahora conozco y valoro que es una persona que viene de la vieja escuela. Su modo de enfocar el deporte es disciplina, disciplina y disciplina. Si estas entrenando, estás entrando. Y si estás tirando, estás tirando. Nada de teléfonos ni de despistes. Esa disciplina ha hecho que Carlos Linares esté donde está ahora.

—¿Algún otro deporte que le gustaría probar?

—Tiro al plato y tiro con arco. Tengo muchísimas ganas de probarlos. Lo he hablado varias veces con el presidente del tiro con arco en Jaén, que además me llevo muy bien con él. Estoy frito y tengo ganas de comprobar cómo va. En cuanto al tiro al plato, el único problema es que no tenemos sitio donde practicarlo. También lo tengo pendiente.

"LA CIUDAD NI APRUEBA NI SUSPENDE EN ACCESIBILIDAD"

—Le pregunto por Jaén capital. ¿Aprueba o suspende en cuanto a adaptación para personas con movilidad reducida?

—Le doy un 4,9. Ni aprueba ni suspende. No quiero echarme flores, pero he trabado mucho con el Ayuntamiento tanto con el PP como con el PSOE a través de Aspaym. Tanto Antonio Losa (PP) como Javier Padorno (PSOE) siempre han estado pendientes de mí y me han hecho caso en cualquier cosa. Si había una urgencia, la trasladaba y al día siguiente los dos estaban arreglándola. No obstante, a Jaén todavía le queda mucho por mejorar en temas de accesibilidad.

—¿Qué mejoras urgen?

—Hay muchas. Llevo varios meses muy cabreado con el asunto de las terrazas en el Bulevar. Es una vergüenza que la restauración haya tomado las aceras. No te dejan pasar. Vivo en el Bulevar y a menudo tengo que estar pidiendo 'permiso' para transitar por las aceras. Me parece vergonzoso. El Ayuntamiento y la Policía Local tienen que regularlo ya. Y luego están los pasos de peatones. Hay algunos, en una zona nueva como el Bulevar, con escalones de seis, siete u ocho centímetros. Es otra prioridad a mejorar, porque cruzar por un paso de peatones nuestro día a día.

—¿Cree que la gente entiende lo que implica desplazarse en silla de ruedas? Quiero decir, ¿hay más concienciación ahora que hace 20 años, cuando usted sufrió el accidente?

—Está exactamente igual, con gente que no respeta ni los pasos de peatones ni los aparcamientos destinados para personas con movilidad reducida. Cada día te tienes que pelear con ellos. Es verdad que hay gente muy respetuosa, pero en la calle también das con cada cafre que no hay por donde cogerlo. Le digo lo mismo que antes, un 4,9 de nota.

—¿Qué será de Carlos Linares dentro de cinco años? ¿En qué andará metido?

—Espero tener colgada la medalla de los próximos Juegos Olímpicos en 2028 (risas). Tengo que ganarme la plaza a partir del año que viene. Vamos a pelearlo. Sí, creo que tengo posibilidades, pero no voy a vender la piel del oso antes de cazarla. ¿Dónde estaré dentro de cinco años? Yo creo que en algo vinculado al tiro. Si no es como tirador, pues de otra forma.

—¿Le gustaría ser entrenador?

—Sí, sí. Me gustaría. De hecho, ya tengo la licencia de árbitro. Y ya he arbitrado alguna tirada. Es cierto que la vida de un deportista caduca y hay que estar preparado para otros caminos. Soy una persona inquieta y no me preocupa el futuro. Igual estuve al frente de Aspaym que compitiendo en la élite.

—¿Quiere añadir algo más?

—Es muy importante fomentar el deporte en las personas con discapacidad. Siempre lo digo en todas las galas a las que asisto, y es mi mensaje para todas las instituciones: hay que fomentarlo porque, aunque no lo creamos, una persona con discapacidad termina encerrada en casa. Si le das una oportunidad de practicar un deporte que le gusta, ya sale a la calle, se relaciona con la gente y tiene una motivación. Da igual qué tipo de deporte que sea: al final cualquier práctica ayuda a la inclusión.

Fotos y vídeo de entrevista: Fran Cano.

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