La dirección del 'Carmen de Michelena' defiende que el centro esté en el casco antiguo

Silvia Cazalilla, directora del centro, asegura que el principio de normalización pasa por la integración social de los tutelados

Quizá las Segundas Jornadas de Puertas Abiertas del 'Carmen de Michelena' sean un punto de inflexión. Puede que las voces críticas con la ubicación del centro moderen su discurso. Solo es una probabilidad, una interpretación después de que más de medio centenar de personas acudieran a la cita. Silvia Cazalilla, directora, manda un mensaje a la sociedad jiennense: "Un centro de protección de menores debe estar integrado en la comunidad", sentencia.

Entiende Cazalilla que el principio de normalización con los menores no acompañados que llegan al centro exige un emplazamiento céntrico que propicie la integración con los vecinos. "Igual en otro tipo de centros con otras características sí tiene sentido que esté en emplazamientos alejados del núcleo urbano", razona en declaraciones a este diario.

La directora también defendió los argumentos en la jornada de ayer, cuando miembros del movimiento vecinal preguntaron acerca de si es conveniente cambiar el sitio del centro. Para los chicos, sostiene Cazalilla, es perjudicial. "Entendemos que a veces hay problemas, pero nuestra posición es muy clara: los inmigrantes se integran en el ordenamiento jurídico y no tiene sentido hacer políticas específicas como con otros segmentos poblaciones", señala.

Partidos como Respeto tienen una visión muy distinta: "La Junta no debe malgastar ni un euro más en acoger a estos jóvenes", aseguran, y piden que sean repatriados a sus países de origen. "Que ellos sean los que se hagan cargo", aseveran, y muestran una pancarta que reza: «Expulsión delicuentes a sus países de origen».

"AQUÍ DESCUBRIERON EL AFECTO"

La jornada de puertas abiertas permitió que Soraya Fuentes, Souleymane Traore y Omar Bach compartiesen sus experiencias en el 'Carmen de Michelena'.

Los tres subrayaron el trabajo que hicieron los profesionales. Admitieron que hubo momentos difíciles en la estancia, pero también vivieron muestras de afecto. "Que alguien les regalara algo, como ocurrió más de una vez, porque se acordaban de ellos tiene un valor especial", ejemplifica Cazalilla.

Inma Gómez, jefa de servicio del centro, reconoció la labor de entidades colaboradoras como Labora, que ayuda a los tutelados a hacer prácticas profesionales, así como a seguir los itinerarios prelaboral y laboral.

Raquel Vela, profesora de la UJA, ahondó en el área del derecho de extranjería, y remarcó la naturaleza de los centros de menores: "Nuestro cometido es apoyar a los tutelados", sentencia Cazalilla".