De obras, mayores, superhéroes, reinas y voces únicas
El talento se derrama en las tablas del Teatro Martínez Montañés de Alcalá la Real con el vivo de cuatro agrupaciones y la antología de Cádiz
Vivió Alcalá la Real una noche de Carnaval magnífica, marcada por el talento de las agrupaciones locales y por la belleza de voces que llegadas de Cádiz exhiben cómo se cantan y cómo se defienden las coplas de ayer y hoy. Las obras en la ciudad de La Mota y el matrimonio de dos ediles fueron algunos de los temas más recurrentes en una cita culminada con la actuación de Miguel Nández, Cateto, Ramoni y Kevin Ponce.
Más de 80 menores del 'José Garnica' representaron Los Superestresados, una chirigota que, con el tipo de superhéroes, cantó lo duro que es ser hoy niño; tanta extraescolar deja poco tiempo, y hubo menciones a las redes sociales, en particular al conocido grupo Alcalaínos indignados.
Cogió el testigo una de las sensaciones de la noche, la chirigota Aquí falta nivel. De los pequeños a los mayores, encantados de que el pueblo está repleto de ladrillo y cemento. Gorra y bastón perennes, dedicaron un pasodoble a los nietos, elogiaron cada rincón de la ciudad y tiraron al público cuantas pastillas son necesarias para echar el día. No faltaron alusiones al alcalde Marino Aguilera, que incluso subió al escenario reclamado por un estupendo maestro de ceremonias, albañil distendido.
DEL MIEDO A LAS PENAS QUE ESTORBAN
El giro hacia la sobriedad llegó con La Reina, de Las Chicotas, y las voces de las jóvenes condenaron el acoso en las aulas y reivindicaron la labor de las abuelas. La Reina habló de miedos con la escenografía más intimista de la propuesta, abierta también al humor, con guiño a la boda entre Jesús Aguilar y Ariadna Barea.
Llegó a tiempo, tras competir en Torredonjimeno, la comparsa más longeva de Alcalá la Real, Los Limpiapenas, las guitarras por escobas o las escobas por guitarras. Los componentes dejaron una presentación enérgica, cantaron al nacimiento de una hija y a las expresiones más populares de Andalucía —el propio Carnaval y la Semana Santa— y barrieron todo rastro de tristeza con oficio, armonía y fuerza en las voces.
EL VIAJE A LOS GRANDES AUTORES
Cruzó la medianoche el minigrupo de Cádiz. Nández, Cateto, Ramoni y Kevin Ponce —camisetas cortas de negro, vaqueros— diseñaron un muestrario de coplas que repasó a prácticamente todos los grandes autores, desde Paco Alba hasta Manolo Santander y Juan Carlos Aragón pasando por Antonio Martín, Martínez Ares o El Canijo.
En un tema en solitario, Cateto empezó con el "No sabes cuanto te quiero" y una mujer en primera fila se lo tomó muy en serio; hubo risas y el contraalto bordó la canción. El público se rindió también a la elegancia de Ramoni, que lleva 45 carnavales a a la espalda, a la pasión de Kevin Ponce y a la destreza del tenor Miguel Nández.
Juntos, por separado y hasta en algún dúo puntual, los de Cádiz repasaron clásicos como Si caminito de falla, subrayaron la importancia de celebrar en vida a los autores veteranos y despidieron la noche con el Credo juancarlista, ya con el público en pie y entregado a la fiesta.
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