Detectan anomalías en el censo electoral de Hinojares
El Instituto Nacional de Estadística mete al municipio de la Sierra de Cazorla en su lista negra porque su población ha crecido de forma "significativa y no justificada" antes de las elecciones
Un puñado de votos pone o quita a un alcalde en una localidad pequeña. Y para votar hace falta estar inscrito en el censo electoral. El control de alertas del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha saltado en Hinojares al detectar "un incremento de residentes significativo y no justificado".
El sistema avisa cada mes de poblaciones donde los números no cuadran de acuerdo a una serie de parámetros fijados. En el listado de enero aparece el municipio de la comarca de la Sierra de Cazorla junto con cuatro de las provincias de León, tres de Santa Cruz de Tenerife y otro de Guadalajara.
Los responsables del INE contrastan la cifra del padrón con el incremento de los últimos seis meses y el aumento habitual en ese mismo periodo de años anteriores. Sobre esa cifra aplican una fórmula matemática y si el crecimiento del padrón supera el nivel del 10 por ciento se enciende la luz roja. A partir de ese momento, los técnicos inician investigaciones. Estadística pide a los ayuntamientos bajo sospecha que justifiquen ese 'engorde' del padrón y certifiquen que los nuevos vecinos están en situación de residencia efectiva en esa localidad.
Según consta en la relación de entidades locales que han registrado un incremento de electores "significativo y no justificado", comunicada ya a la Junta Electoral Central, en el caso de Hinojares aparece con respuesta del Ayuntamiento a los requerimientos de estos órganismos en los plazos fijados.
Es más, el alcalde, Marón Martínez, ya se ha puesto manos a la obra para averiguar si diecinueve de sus nuevos vecinos, censados en los últimos meses, residen realmente en el pueblo.
El lunes, junto con un administrativo del Consistorio, "irá puera por puerta" con el listado para comprobar que cada uno de ellos cumple con los requisitos que establece la ley. Marón Martínez, del Partido Socialista, está tranquilo, aunque reconoce que "no está pendiente" de estos tramites. "Puede ser que en esos meses se hayan empadronado y solo estén aquí unos días. Hay muchos jubilados que regresan al pueblo, pero que solo están temporadas", señala el regidor, quien deberá rendir cuentas y contestar al requerimiento del INE de forma urgente y convincente.
Maron Martínez está seguro de que justificará dichas altas en tiempo y forma para demostrar que en su municipio no se ha producido fraude alguno para alterar el resultado final de los comicios.
En las últimas elecciones autonómicas, celebrado el pasado 2 de diciembre, estaban inscritos en el censo 281 electores. Fueron a votar al único colegio del pueblo 196 personas -el 69,75 por ciento-. Hubo dos votos en blanco y otros tantos nulos. Ganó el PSOE por solo dos papeletas de diferencia respecto al Partido Popular. Ciudadanos consiguió 22 votos; Vox 12 y Adelante Andalucía solo 2.
LO QUE DICE LA LEY
Competencia
Los ayuntamientos realizarán las actuaciones necesarias para mantener actualizados sus padrones para que concuerden con la realidad.
Altas y bajas
Las bajas del padrón son automáticas. Para las altas, el Ayuntamiento podrá comprobar la veracidad de los datos consignados por los aspirantes a vecinos.
Control
Los consistorios están obligados a dar de baja de oficio, a iniciativa propia, a quienes figuren empadronados y no cumplan los requisitos.
Elecciones
La Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loureg) establece que la Oficina del Censo Electoral controla y revisa de oficio las altas y bajas tramitadas, y se lo comunica a la Junta Electoral. Una vez convocado un proceso electoral, la Oficina del Censo Electoral debe publicar la relación de municipios o entidades locales menores que en los seis meses anteriores hayan registrado un incremento de residentes "significativo y no justificado".
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