Felipe Molina Verdejo ante su primer centenario
El escritor jiennense, fallecido en 1997, cumpliría el siglo en 2024, una efeméride para la que su ciudad no prevé, a día de hoy, ninguna conmemoración
"Todo por ti, que andabas regalando
esperanza, justicia, paz, racimos
de poemas, silencios de ternura.
Amor, Felipe amigo.
Todo por ti, que ausente en tu presencia
nos llenas de la luz de estar contigo,
y estás aquí de nuevo para siempre,
entre nosotros mismos".
Son versos del poeta ubetense Ramón Molina Navarrete en honor de Felipe Molina Verdejo (Madrid, 1924-Jaén, 1997). Una de las más reconocidas plumas jaeneras de mediados del siglo XX y comienzos del XXI, que este año 2024 alcanzaría su primer siglo de vida.
Significativa efeméride que, sin embargo, ningún grupo literario de la ciudad ha anunciado como motivo central de un programa de actividades que rescate la figura y la obra de este singular escritor cuya principal fuente de inspiración fue Jaén, sus costumbres y tradiciones, durante toda su trayectoria.
Histórico de revistas como Advinge o Claustro Poético, pregonero de la Semana Santa y de infinidad de fiestas y cofradías, conferenciante, docente... "Acaso sea Felipe Molina Verdejo el poeta más representativo de la literatura giennense de la segunda mitad de este siglo", escribió de él, allá por 1997, el profesor Juan Manuel Molina Damiani.
Con calle a su nombre en la capital de la provincia desde pocos meses después de su muerte y con una reconocida bibliografía que lo convirtió, durante buena parte de su existencia, en el maestro por antonomasia de la lírica de aquí, más de una individualidad poética jiennense reclamaba para él todos los homenajes posibles (¿una antología, quizás, o un certamen con su nombre?)
"Los que tenemos que llorarte somos los tuyos, pero Jaén te debe mucho más", dejó negro sobre blanco su fallecido compañero de aventuras literarias Diego Sánchez del Real (1932-2014). Otros poetas, vivos todavía, secundan sus palabras.
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