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Cerco al mercado negro de alojamientos turísticos

Por Javier Esturillo - Julio 15, 2018
Cerco al mercado negro de alojamientos turísticos
Un grupo de turistas accede a la Catedral de Jaén. Foto: Carmen Copado

La Junta quiere poner coto a las viviendas turísticas ilegales y para ello desarrolla junto con la Policía Nacional un programa para garantizar un turismo de calidad en la provincia

No pagan impuestos, no tienen licencia y escapan a los controles sanitarios y de seguridad: son los viviendas turísticas 'clandestinas' que florecen en muchos municipios de la provincia. Viven al margen de la norma porque no se ajustan ni en exigencias de calidad ni de servicios a las que sí están sometidas los hoteles, campings, casas rurales o apartamentos reglados. La única infraestructura necesaria es un inmueble de su propiedad, en ocasiones, incluso una habitación, reconvertidos en alojamiento turístico. La Junta de Andalucía quiere ponérselo más difícil y para ello emprenderá una campaña para perseguir está práctica ilegal.

El Gobierno andaluz tiene como mejor aliado para esta misión a la Policía Nacional a través del programa 'Turismo Seguro'. Se trata de garantizar que los alojamientos están debidamente inscritos en el Registro de Turismo de Andalucía. En caso contrario, se entendería que se trata de una actividad clandestina y la inspección podría actuar de oficio y levantar un acta de infracción contra su promotor. Con esta colaboración, la Junta quiere "seguir sumando fuerzas para continuar avanzando en los mejores servicios para los ciudadanos, y en un sector turístico sólido, fuerte y competitivo", explica la delegada del ramo, Pilar Salazar, en una nota.

 Pilar Salazar, en la reunión con el comisario provincial, José Miguel Amaya Tébar. Foto: Junta de Andalucía
Pilar Salazar, en la reunión con el comisario provincial, José Miguel Amaya Tébar. Foto: Junta de Andalucía

Actualmente existen 84 viviendas con fines turísticos inscritas en el citado registro en la provincia de Jaén, que según explica Salazar, es una inscripción obligatoria. Uno de los objetivos comunes es lograr la regularización de aquellas que no se encuentren aún legalizadas. También la colaboración se extiende a que la Policía disponga de puntual información sobre las personas que pernoctan en los diferentes alojamientos turísticos, para así poder garantizar la seguridad, tanto de los viajeros como de los profesionales.

La inspección de Turismo da puntual información a los titulares de establecimientos y servicios de alojamiento turístico sobre la obligación de cumplimentar las hojas de registro de clientes y trasladarlas a la Policía Nacional, que ayuda a la Junta en la detección de alojamientos turísticos que no se encuentran debidamente inscritos. Una colaboración que, según señala Pilar Salazar, está arrojando resultados óptimos de seguimiento y control.

DE 36 ALOJAMIENTOS INSCRITOS A 84

No le falta razón a la delegada de Turismo. En solo un año Jaén ha pasado de tener solo 36 alojamientos inscritos en el Registro de Turismo a 84, según los datos de la Administración autonómica. Pese a ello, sigue siendo la última provincia andaluza en este aspecto. Así, destaca Málaga, con 15.361 unidades inscritas, seguida de Cádiz (3.850), Sevilla (2.337), Almería (1.752), Granada (1.647), Huelva (534), Córdoba (492) -datos correspondientes a 2017-. Este fenómeno, como demuestran los números, sigue siendo más importante en las costas, aunque ha irrumpido con fuerza en otros puntos turísticos del interior de Andalucía. 

MÁS DE CIEN DENUNCIAS EL PASADO AÑO

La Asociación de Empresas de Alojamientos de la provincia de Jaén trasladó el año pasado más de un centenar de denuncias sobre posibles viviendas destinadas a uso turístico en situación irregular. El colectivo lo puso en conocimiento de la Delegación de Turismo de la Junta y, a su vez, informaron a la Agencia Tributaria. 

REQUISITOS DE CALIDAD

Junto con la inscripción obligatoria, la norma andaluza establece unos requisitos mínimos de calidad y confort equiparables a los del resto de alojamientos, con el fin de asegurar los derechos de los usuarios y evitar situaciones de fraude, intrusismo, clandestinidad y competencia desleal. Además, garantiza la seguridad pública al obligar a los propietarios a llevar a cabo un registro sobre los viajeros que utilizan este hospedaje. En este sentido, este tipo de inmuebles deben disponer de licencia de ocupación y cumplir con las condiciones técnicas y de calidad fijadas, como las relativas a ventilación exterior, mobiliario, refrigeración, ropa de cama, menaje y botiquín. También tienen que ofrecer información turística de la zona y hojas de quejas y reclamaciones, así como un teléfono de contacto para resolver incidencias durante la estancia.

 

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