Chusma selecta

Las Noches de Carnaval y El Catedrático demuestran en el Teatro Falla que hay afición genuina en la provincia por el carnaval de Cádiz

Me tocó en la Universidad. Me tocó al principio y no entendía nada: ni la música ni la letra. Dos compañeros de facultad hablaban de un autor y del otro. Hablaban con pasión futbolera: este es el mejor; el otro es el mejor. Tuve curiosidad. Así que abrí las orejas. Puse Youtube y escribí los nombres de algunos de los autores. Sobre todo de uno. Y empecé a entender. Empecé a disfrutar. Hasta hoy. El carnaval engaña. Desde fuera, hasta que no te acercas y te detienes en los detalles, solo parece humor, disfraces y gritos. Merece la pena obviar los prejuicios, más aún si traes de casa afición por el cine y la literatura; el carnaval también es, como la crónica en periodismo, un ornitorrinco: música, letra y teatro, todo en movimiento. Al carnaval le caben todos los temas, tantos como esté dispuesto a escribir el autor. Cerrarse en banda en algunos, agobiar a los aficionados con algunos, cuestión de gustos. También hay mercado en el carnaval: cada cual compite como quiere. Músicos como Manuel Carrasco y Pablo López soñaban con el Teatro Falla antes que con los discos de platino. Alejandro Sanz comenta el concurso en Twitter. Ha cantado por todo el mundo la letra del pasodoble de Los Yesterday. Ya han actuado en preliminares Las Noches de Carnaval (Jaén) y El Catedrático (Andújar). Pasar a cuartos está difícil, pero qué más da: han cantado en su templo, algunos por primera vez. No lo veremos por televisión. Sí tenemos Youtube para escucharlos. Y me falta el motivo mayor para engancharse a la banda sonora andaluza de febrero. Libertad. El carnaval es libérrimo. Ya quisiéramos.