Solidaridad 'mullida' de la mano de las mujeres de Lopera

La Asociación Cultural La Paz del municipio echa el resto en su segundo maratón de cojines a beneficio de la asociación Ajicam

Alguien dijo que la buena conciencia sirve de almohada (o de cojín, que viene a ser lo mismo), y esa frase la lleva a rajatabla la Asociación de Mujeres 'La Paz' de Lopera.

Un colectivo que no para a lo largo de todo el año, con una agenda más que completita, pero que a la hora de arrimar el hombro deja lo que tenga que dejar y se pone manos a la obra, nunca mejor dicho.

Sus socias lo demostraron, precisamente, el pasado 23 de mayo, a eso de las cuatro de la tarde, cuando con la comida todavía en el esófago se dieron toda la prisa del mundo y, lejos de apostar por una buena siesta, se ataron los cordones y se batieron el cobre, pero bien, en su segundo maratón solidario de cojines:

"Nosotras colaboramos con la asociación Ajicam [Asociación Jiennense del Cáncer de Mama] con estos cojines, que van destinados a las mujeres que operan, porque son terapéuticos, por su medida y peso, la tela...", aclara Ana Huertas, la presidenta del colectivo femenino loperano. 

Sabe bien de lo que habla, de lo necesarias que son esas simples piezas que muchas veces vuelan de un sofá a otro de la casa sin saber dónde colocarlos mientras que, para las mujeres intervenidas, se convierten en apoyo cuasi imprescindible: "Yo también soy enferma de cáncer de mama y sé que toda mano que podamos echar, es poca", sentencia la máxima responsable de la asociación. 

No es la única entidad jiennense que pone todo de su parte en esta causa, y hasta se puede decir que, en este reportaje, 'La Paz' asume la 'portavocía' de un buen número de agrupaciones de la provincia coincidentes si se trata de prestar apoyo, pero lo que no las gana nadie es a entusiasmo, a brío, a buena voluntad: 

"Vienen de Ajicam, traen sus patrones y nos dan indicaciones de cómo hacerlos; hacemos cadena, unas cosen a máquina, otras cortan, otras meten el relleno, otras les ponen las etiquetas y otras los embalan", apostilla Huertas, que se llevó la satisfacción (junto con sus compañeras) de poder entregar nada más y nada menos que cien flamantes cojines para que cumplan su cometido en los hospitales: "Con la tela que nos ha quedado, haremos otro maratón en noviembre". Vamos, que de dormirse en los laureles nada de nada. 

No en vano, se cuajan sus rifas para poder adquirir esas telas, ese hilo... "El Ayuntamiento, en esta ocasión, ha colaborado también en la compra de la tela". Una administración (la local) con la que esta asociación loperana hace honor a su nombre, si se atiende a las buenas relaciones entre ambas. O lo que es lo mismo, que entre ellas reina la paz. 

La mar de contentas con el deber (y el gusto de ayudar) cumplido, no hay noche que estas mujeres no duerman con la conciencia tranquila.