Unas 'señoras del AMPA' muy luchadoras en Arbuniel
María Dolores Gámiz y su equipo directivo de la Asociación de Padres y Madres del Colegio Gregorio Aguilar se baten el cobre para mejorar el centro
Poco o nada tienen que ver con la serie televisiva, más allá de que son señoras y pertenecen al AMPA, en concreto la del Centro de Educación Infantil y Primaria Gregorio Aguilar, de Arbuniel.
En esta historia no hay violencia ni muerte, todo lo contrario: la nobleza es lo que preside el comportamiento de una asociación de padres y madres cuyo equipo directivo se bate el cobre para que a los alumnos toscareños que asisten a sus aulas y corretean por sus patios no les falte de nada.
Al frente de la AMPA, María Dolores Gámiz Barajas lleva dos meses de presidencia que, como asegura la alcaldesa toscareña, Fátima Espinosa, "se han notado desde que ha llegado, está consiguiendo muchas cosas para el colegio".
Y es que no para. Llegó, vio y se puso manos a la obra, con sus compañeras de junta directiva, con un objetivo claro: conseguir cada vez más recursos, mejorar instalaciones, lograr una mayor dotación de material...
"El año pasado, desde el aula de Educación Especial, me dijeron que estaban mal de material. Incluso, a veces, la profesora ha tenido que llevar materiales propios. Es un colegio pequeño y las dotación económica que da Educacion es poca, no hay partida especifica para esa aula y me dije: '¡Si no hay material, habrá que buscarlo!".
Dicho y hecho. "Empecé a tirar de la gente que conozco, pregunté dónde podía buscar y me sugirieron fundaciones, ayuntamientos... He ido puerta por puerta hasta que me han dicho que sí", celebra.
Sí, los primeros resultados llegan. Ahí están los mil euros que la Fundación Caja Rural les ha concedido para dotar de material el aula de Educación Especial: "Es donde más carencias hay, de materiales específicos para Educación Especial, aunque también lo usan otros niños del colegio sin necesidades especiales pero que precisan algún tipo de apoyo, por distintas circunstancias", explica Gámiz.
Con esos mil euros que llegan como agua de mayo y una "mayor inversión, este año, por parte del colegio", esa aula quedará de dulce, pero esto no es más que un prometedor principio, porque esta activísima presidenta lo tiene claro: "Vamos a seguir moviéndonos para conseguir lo mejor para el colegio".
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