Un 25N de ecos dispersos en Jaén

La capital jiennense encadena este martes actos, lecturas y performances en una jornada donde la memoria se multiplica… pero no se reúne
Este 25N lluviso amanece en Jaén con una agenda tan apretada. A primera hora de la mañana, la Plaza Santa María servirá de punto de partida para el acto institucional del Ayuntamiento, que marcará el inicio de un día en el que las instituciones, los sindicatos, la Universidad y los colectivos feministas se repartirán tiempos y espacios para recordar a las víctimas de la violencia machista. No habrá un acto unitario, pero sí una constelación de convocatorias que, entre todas, intentarán hilvanar el mensaje común del 25N.
Cuando acabe el acto municipal, la actividad se trasladará a la Subdelegación del Gobierno, donde está prevista la lectura institucional de la mañana. Después será la Junta de Andalucía la que tome el testigo en la Delegación del Gobierno, seguida por la Diputación Provincial, que celebrará su propia conmemoración en pleno centro histórico. La mañana concluirá con el acto de la Universidad de Jaén, que ha fijado su lectura y homenaje a las víctimas.
La secuencia encadenada deja claro que en Jaén cada institución quiere hacer oír su voz, aunque ninguna se pronuncie al unísono con las demás.
La mañana también estará marcada por las concentraciones sindicales, que añadirán su propia lectura del 25N y su denuncia de la violencia machista. Para cuando llegue la tarde, la memoria ya habrá quedado dividida en franjas, en plazas y en discursos, reflejo quizá involuntario de una sociedad que recuerda, sí, pero que lo hace por turnos.
A las seis, la Plaza de Las Batallas tomará el relevo como escenario del acto convocado por la Comisión por la Igualdad y contra la Violencia de Género de Jaén. Antes del inicio, las portavoces atenderán a los medios para explicar la importancia de un espacio que lleva más de dos décadas intentando mantener un mensaje continuo en la ciudad.
La Comisión leerá su manifiesto y protagonizará una performance cargada de simbolismo, en la que mujeres de distintas entidades representarán a las 43 víctimas asesinadas por sus parejas o exparejas desde el 25 de noviembre del año pasado. Cada una hablará en primera persona, recordando que todas tenían vidas concretas, familias, aficiones y sueños que quedaron interrumpidos.
La intervención irá seguida de un vídeo con testimonios de entornos cercanos a víctimas, y un recuerdo expreso a los menores asesinados por violencia vicaria, tres en lo que va de año y sesenta y cinco desde que se registran oficialmente. Durante todo el acto, un círculo de mujeres vestidas de negro girará sin descanso, recordando que la violencia no se detiene y subrayando la cifra más silenciada de todas: los 1.655 feminicidios fuera del ámbito de la pareja documentados desde 2010.
A esa misma hora, pero una calle más adelante, la memoria ya estará preparándose para volver a dividirse. A las siete, Roldán y Marín acogerá la concentración de Feministas 8M Jaén, donde se leerá un manifiesto contundente en el que se denuncia la escalada internacional de misoginia, el impacto del negacionismo entre los jóvenes, la precariedad laboral de muchas mujeres y los fallos de un sistema que no siempre protege. El texto recuerda que en Jaén hay 1.757 casos activos en Viogén y que la provincia arrastra datos preocupantes en violencia vicaria y agresiones. La idea que repite el manifiesto, casi como un latido, es que “poco denunciamos para las violencias que soportamos”.
Así transcurrirá un 25N en Jaén donde la memoria será abundante pero también fragmentada, un día lleno de palabras, gestos y homenajes que no confluirán en un único espacio sino en muchos pequeños fuegos repartidos por la ciudad.
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