Los cultos centran el programa festivo de la Virgen de Consolación

Con la procesión del 8 de septiembre suspendida, la cofradía apuesta por renovar la devoción a la patrona de Torredonjimeno en la novena y la fiesta religiosa

"Casi la mayor parte de las actividades que celebramos en torno a la Virgen de Consolación hemos tenido que suspenderlas por culpa de la pandemia, pero queda lo principal, que es que venga a hacernos esa visita que nos hace cada año", celebra, con resignación, la presidenta de la cofradía de la patrona tosiriana, Aurora Ureña. 

Sí, la Señora ya está en Santa María, adonde llegó el pasado domingo "de forma muy discreta, para no crear un efecto llamada" inoportuno, desde su ermita en las afueras del municipio. Allí, en la iglesia del pueblo, hace honor a su nombre y consuela ya a su legión de devotos, que no renuncian a venerarla por más que el coronavirus amenace con herir nada más salir de casa. 

Con la procesión del 8 de septiembre oficialmente suspendida, la cofradía apuesta por renovar el amor a su patrona a través de los cultos organizados para rendirle honores este año 2020, que incluirán la tradicional novena (del 30 de agosto al 7 de septiembre) y la fiesta religiosa, ese día que llenará de lágrimas tantos ojos como la esperarán aun sabiendo que solo pasará en sueños o a hombros de la memoria por las calles de Torredonjimeno. 

"Hemos apostado por los cultos, es lo único que hemos dejado junto con el cariño de la gente que vaya a verla a diario, a hacerle una ofrenda de flores o económica; es lo único, pero es lo principal, lo fundamental. El resto es muy importante, porque mueve muchos sentimientos, ganas de pasarlo bien y supone una inyección económica para el pueblo, pero no deja de ser accesorio", sentencia la presidenta de la hermandad mariana. 

Como la práctica totalidad de celebraciones patronales desde que se decretara el confinamiento, incluyendo las procesiones de Semana Santa, las fiestas de Consolación de este año atípico dejan paso a la nostalgia y, cómo no, a la esperanza de que 2020 sea una señaladísima excepción en la historia religiosa y sentimental del mundo. 

Con estos mimbres, Ureña anima a sus paisanos a acercarse a adorar a la Virgen; eso sí, sin que la devoción pese más que la obligación a la hora de tener en cuenta las medidas de seguridad que hay que cumplir a rajatabla para salir airosos de esta crisis:

"Quiero invitar a todo el mundo en la medida que sea posible, sabemos que el aforo en Santa María es limitado, que no es muy grande. De todas formas, los que no puedan entrar podrán seguir la novena a traves de la televisión local", aclara la presidenta.

Y concluye: "Esperamos que la gente vaya a estar un ratito con la Virgen a pedirle, a ver si ella nos ayuda y remedia esta enfermedad no solo física, sino también psicológica, económica y en todos los sentidos. Vamos a vivir las cosas intensamente pero de otra manera, con más discreción y mucha prudencia, sobre todo".

FRANCISCO JAVIER ILLANA, HERMANO MAYOR PARA 2025

El pasado domingo 23 de agosto no fue un día cualquiera para Francisco Javier Illana, que salió de Santa María rezumante de alegría por todos sus poros. No es para menos; el cofrade asciende peldaños y enfila una carrera imparable hacia ese gran deseo que querrían gozar casi todos los tosirianos: ser hermano mayor de las fiestas de la Virgen de Consolación.

"Es un proceso que comienza cogiendo las banderas, cada año te acercas un poco más al cargo. En 2020, Francisco Javier Illana cogerá la primera bandera, luego la segunda, la tercera, la alabarda... y por fin el cetro de la Virgen en 2025", explica la presidenta de la cofradía.